La Guardia Civil detectó en Arteixo a un vecino de esta localidad de 37 años que conducía pese a tenerlo prohibido por sentencia judicial con motivo de delitos anteriores contra la seguridad vial y que dio positivo en la prueba de alcoholemia y en la de drogas.

Esas infracciones suponen 2.000 euros de multa y la retirada de 12 puntos. Se enfrenta también a una pena de 12 a 24 meses de prisión por quebrantar la condena a no conducir, informó la Benemérita.