Las alrededor de 140 estaciones de tren más pequeñas de todo el Estado volvieron ayer a contar con servicio de venta presencial de billetes en taquilla, si bien de forma provisional, hasta el 31 de marzo. Ocho de ellas se encuentran en Galicia: Guillarei, Redondela, O Carballiño, Sarria, Ribadavia, Ortigueira, Burela y Viveiro.

Adif se comprometió a seguir prestando este servicio hasta esta mientras Renfe se organiza para asumirlo, informa Europa Press citando fuentes de ambas empresas.

No obstante, Renfe ya avanzó a comienzos de año que su intención es facilitar la venta en taquilla solo en aquellas estaciones por las que pasen al menos cien viajeros al día. En caso contrario, abogará por la instalación de máquinas autoventa y el resto de sus canales de comercialización (online, teléfono y en oficinas de Correos).

La situación que afrontan estas estaciones tiene su origen en los inicios de la liberalización ferroviaria en España en 2005 cuando, con la separación en dos empresas, Adif y Renfe, de las funciones de construcción y gestión de las vías y estaciones, y la explotación de los trenes, respectivamente, la primera de ellas mantuvo la actividad y el personal encargado de venta de billetes en estaciones de tren.

Esta anómala situación se trató de solventar en el año 2017, cuando Adif acordó con Renfe el traspaso de este servicio y del personal asociado.

La prórroga en la prestación del servicio en las 140 estaciones citadas será temporal, pues Adif está obligada por ley que dejar de dar este tipo de servicio a operadores de transporte.

El Gobierno tendrá en cuenta a los ayuntamientos y diputaciones que estén interesados en que se mantenga este servicio "con los que se pueden alcanzar acuerdos de colaboración", según fuentes del Ministerio de Transportes.