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El gasto local en obras creció un 26% antes de las municipales hasta los 408 millones

Seis de cada diez ayuntamientos elevaron sus inversiones en el año previo a la cita con las urnas

Obras de mejora de jardines municipales en A Estrada en 2018. // Bernabé/Cris M. V.

La cercanía de las elecciones municipales aceleran el gasto local en obras, bien para concretar los proyectos iniciados con el mandato, bien para aprovechar el tirón que puedan generar las inversiones para cazar votos, reformando plazas, peatonalizando calles o inaugurando centros sociales, por poner dos ejemplos. El desembolso de concellos y diputaciones en 2018, antes de la cita con las urnas de mayo del año pasado, se disparó un 26% hasta los 407,7 millones de euros, 84,2 más que el ejercicio previo y la segunda cifra más abultada en los últimos siete años. De hecho, seis de cada diez de los consistorios gallegos aumentaron el coste de este capítulo en sus respectivos presupuestos.

Las cuentas municipales muestran los picos del gasto local en inversiones reales coincidiendo con el fin de cada mandato, a excepción de 2011, debido al tsunami económico que generó la mayor recesión mundial desde el crack del 29. En 2018, la inversión creció un 26% respecto a los 323,5 millones de 2016. En 2016 fueron 279,6.

Sin embargo, en 2015, año de comicios municipales, se situó en el pico más alto desde la anterior cita electoral de 2011. El gasto superó los 439 millones, por 314,3 de 2014, 309,2 de 2013 y 348,2 de 2012.

El patrón suele repetirse, con excepción de las extraordinarias circunstancias causadas por la crisis. Las inversiones reales locales sumaron 627,5 millones en 2011 -año electoral-, frente a los 803 de 2010, los 939 de 2009 y los 571 de 2008, a finales del cual la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers desencadenó la recesión.

Antes, el patrón se mantuvo. En 2003, año electoral, las inversiones crecieron hasta los 511,6 millones, pasando los ejercicios posteriores a 447,4, 465,5 y 521. En los siguientes comicios, volvió a dispararse: 571 millones.

Más allá de las coincidencias con las citas con las urnas, el aumento de obras municipales en 2018 también está vinculado a la salud financiera de concellos y diputaciones, que suman ocho años consecutivos de superávit. Ese ejercicio incrementaron su remanente hasta los 814 millones (+27%), pese al aumento de las deudas de dudoso cobro hasta los 455 millones (+3,%), según el Ministerio de Hacienda.

Las liquidaciones definitivas incrementan el avance ofrecido en septiembre que mostraba un incremento de 59 millones en total distribuido en 115 concellos que mejoraban sus cifras de inversión. La revisión estadística sitúa este último dato en 194 consistorios (casi el 62% del total): 38 de Pontevedra, 59 de Ourense, 47 de Lugo y 50 de A Coruña.

En este apartado se encuentran todas las ciudades salvo Ferrol y Ourense -que no logró aprobar un presupuesto en el pasado mandato- solo una diputación: la de Pontevedra. Sin embargo, el comportamiento urbano es muy diferente, en parte debido a la fragmentación política que complicó la gobernabilidad local. Vigo creció este gasto un 147% hasta los 55 millones en total; A Coruña, un 132% (25 millones); Santiago, un 22% (8 millones); Pontevedra, un 3,8% (11,6 millones) y Lugo, un 7,3% (2,8 millones).

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