Hay un rural que se mueve y que no quiere verse abocado a desaparecer por el desierto demográfico. Es el caso de los concellos ourensanos de A Veiga y Parada de Sil y el lucense Cervo. Los tres, por ese orden, han sido galardonados en la primera edición de los Premios a la Dinamización Demográfica, otorgados por la Xunta, que pretenden visibilizar y reconocer las buenas prácticas de entidades locales con menos de 20.000 vecinos. El principal motivo de sus alzamientos: las medidas puestas en marcha para combatir el declive demográfico y los esfuerzos en revitalizar la población de su territorio. Principalmente, rehabilitando casas vacías o erigiéndose como un vivero de empresas.

El primer premio ha recaído sobre A Veiga, un municipio ourensano de 889 habitantes situado en la comarca de Valdeorras. El popular Juan Anta es su alcalde desde 2015 y dice sentirse "especialmente orgulloso". "El caso de A Veiga es el caso de la rebeldía, de la reivindicación de que estamos aquí. La unión que hay hoy en el pueblo es imparable. Y eso significa que cualquier proyecto que pongamos en marcha tiene opciones de éxito", ha manifestado para este periódico. Su propuesta, que ha salido vencedora entre las de otros 15 ayuntamientos, mayormente pertenecientes a las provincias de Ourense y Lugo (salvo Sada, Silleda y Tomiño), hace hincapié en campos como el empleo, poniendo valor en productos de la zona como la miel, las habas y las setas de las Montañas de Trevinca. Así, los 40.000 euros que concede el premio (que suponen un 3,5% del presupuesto del concello en todo un año) serán destinados en esa misma dirección: "Los vamos a invertir en la creación de trabajo. Para que la gente pueda contratar y pueda emprender", comenta el regidor.

Además, también ha sido reconocido por la rehabilitación de edificios en desuso, acción que permitió el traslado de varias familias al rural y que no se detiene: "En abril de este año, pasaremos de tener 11 viviendas de alquiler a 17", avanza Ante. Asimismo, tampoco ha sido desestimada su labor por potenciar el turismo, con la creación en 2017 del Centro de Visitantes ZEC Pena Trevinca (dedicado a las modalidades de deporte de montaña) y la certificación dos años antes como único destino turístico Startlight en el interior de Galicia, por la excelente calidad del cielo para observar las estrellas.

Pero no solo A Veiga ha sido reconocido. El segundo galardón, y con una cuantía de 25.000 euros, también ha ido a parar a Ourense, concretamente a Parada de Sil. Un territorio de únicamente 538 habitantes que también busca el asentamiento de gente joven a partir de la rehabilitación de un grupo de casas en ruinas. Para fomentar la conciliación laboral y familiar, el concello también propone la reforma de una antigua construcción que pase a albergar un espacio de cuidado y ocio para niños menores de 10 años. El tercer lugar -con un importe de 12.500 euros- ha sido para el ayuntamiento de Cervo, en Lugo (4.227 residentes), cuyo plan también implica la recuperación de inmuebles para crear puntos de encuentro y de trabajo dedicados a nuevos emprendedores.