Visiblemente molestos ante una nueva suspensión, los magistrados de la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra se vieron obligados ayer a aplazar el inicio del juicio contra siete acusados de tráfico de drogas debido a la sorpresiva renuncia a su abogado por parte de dos de los acusados.

La presidenta de la sala inquirió a los dos acusados por la razón de la renuncia justo minutos antes del inicio del juicio y estos adujeron distintas razones que iban desde que "nos pedía que mintiéramos en el juicio y yo no quiero mentir" a "desavenencias con él y promesas que no cumplió". En definitiva, que no estaban "de acuerdo con la línea defensa" del letrado, como resumió la magistrada. Así las cosas, y bajo el apercibimiento de que deben nombrar letrado antes de 24 horas, el juicio quedó aplazado hasta el 13 de febrero.

Una vista oral, por lo tanto, en la que apenas dio tiempo a que el fiscal antidroga, Pablo Varela, rectificase un error material en el escrito de acusación del Ministerio Público y anunciase que elevará la pena para el acusado que se enfrenta a una pena más alta, de 15 años de prisión, por los delitos de tráfico de droga, tenencia de armas y atentado a la autoridad, dado que llegó a encañonar y amenazar con "coser a tiros" a la comisión judicial que realizaba el registro de su domicilio. La Fiscalía pide penas que suman más de 60 años de prisión para los siete acusados en este proceso judicial.