La construcción lleva cinco años ininterrumpidos de crecimiento en Galicia, aunque aún está muy lejos de los números que tenía antes de la crisis. El peso de sector en el Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad ha alcanzado su mayor cuota de los últimos siete años: el 7%. Hay que retroceder hasta el tercer trimestre de 2012 para encontrar una cifra superior.

Estos buenos números se han traducido en un descenso de los concellos que cerraron 2018 sin construir ninguna vivienda. Si un año antes fueron 149, en 2018 bajaron hasta los 117. Un 20% menos. En porcentaje, los 149 de 2017 representaron el 47% del total (casi la mitad), mientras que en 2018 fueron el 37%. Un poco más de un tercio, según los datos del Instituto Galego de Estatística.

Aumentan los ayuntamientos gallegos en los que se construyó, al menos, una vivienda, pero se mantiene la misma radiografía de la recuperación del sector de la construcción: en más de la mitad de los concellos de las dos provincias interiores no hubo obras nuevas, mientras que en los de las atlánticas la cifra se redujo a la mitad. Es decir, la construcción se recupera en Galicia, pero no lo hace al mismo ritmo en todo el territorio.

En el 54% de los ayuntamientos de Ourense (50) no se construyó ninguna nueva vivienda en 2018, mientras que en los de Lugo (35) el porcentaje fue del 52,2%.

Tanto en A Coruña como en Pontevedra la cifra fue más baja: en la primera alcanzó el 22,5% (21 municipios) y en la segunda, el 18% (11). En 2017, el porcentaje de concellos ourensanos que no vieron ninguna grúa fue del 70% y en los de Lugo, del 64%. En cambio, en los de A Coruña alcanzaron el 25% y en los de Pontevedra, el 27%.

En la provincia de Pontevedra los 11 ayuntamientos en los que no se construyó durante 2018 fueron: Agolada, Arbo, Catoira, Crecente, Dozón, Mondariz, Moraña, Pontecesures, Rodeiro, Silleda y Vila de Cruces.

En el 37% de los municipios gallegos no se edificó ninguna casa durante 2018, pero si la cifra se eleva a aquellos en los que solo se construyó una vivienda o ninguna, el porcentaje alcanza el 51%. En total, fueron 161 ayuntamientos. Es decir, en la mitad de los concellos la construcción está paralizada, aunque mejoró con respecto a 2017.

Por el contrario, solo en siete, el 2,2% del total, se edificaron en 2018 más de 50 viviendas. La clasificación la lideran cinco de las siete grandes ciudades: Lugo, Vigo, Santiago, Pontevedra y A Coruña. Se quedan fuera Ferrol y Ourense. Pero entre las diez primeras se cuelan cinco municipios de los alrededores de las ciudades que se convierten en alternativa residencial para evitar el encarecimiento de la vivienda. Es el caso de Arteixo y Oleiros para A Coruña; de Ames para Santiago; de Narón para Ferrol y de Cangas para Vigo.

La previsión de 2019 es que se produzca una desaceleración del sector de la construcción. Entre enero y agosto del pasado año, la variación neta del parque de viviendas en la comunidad fue de 1.180, mientras que en el mismo periodo del año pasado la cifra había sido de 1.466. Un 19,5% más

A la espera de los datos del cierre de 2019, en los últimos años, la construcción no para de crecer, aunque a unos niveles muy inferiores a los de antes de la crisis.

Sin embargo, es incapaz de incrementar su volumen de empleados. En 2015 trabajaban en el sector 73.600 personas; en 2016 bajaron a 71.900 y en 2017 cayeron hasta las 66.600. En 2018 se incrementaron hasta las 67.400. Pero a mediados de 2019 la cifra bajó hasta las 67.100.

El parque inmobiliario

¿Y cuántas viviendas hay en Galicia? El número de viviendas en Galicia durante 2018 creció en 2.427, un 55% más que el ejercicio anterior, cuando también se había incrementado un 16%. Las casi 2.500 viviendas es la cifra más alta desde 2011, aunque está muy lejos del récord de 2007, cuando se rozaron las 45.400.