En su primer diagnóstico sobre las de medidas de prevención de la corrupción en la Administración autonómica, el Consello de Contas también se mete a analizar la política de contratación de personal de la Xunta. No discute en ningún momento la legalidad de los procedimientos utilizados, pero censura la "relajación de controles y garantías" en los contratos temporales realizados en el pasado reciente y, sobre todo, reprocha la falta total de mecanismos para evaluar las necesidades futuras a medio y largo plazo de trabajadores y la ausencia de una planificación realista de las plantillas, lo que lleva a que sea muy difícil cubrir las plazas vacantes con los perfiles profesionales adecuados.
El órgano fiscalizador de la comunidad autónoma reconoce que la Xunta ha ido adoptando medidas a lo largo del tiempo para ganar en transparencia y objetividad, como reforzar la imparcialidad en los procesos selectivos, evitar las filtraciones, grabar las pruebas orales o realizar una selección aleatoria de las preguntas, pero que en materia de contratación de personal aún le queda un largo trecho por delante.
"Sin perjuicio de esa valoración positiva de la regulación de los procesos selectivos, hay que advertir que el elevado número de personal que se incorporó a la Administración mediante procesos de consolidación de empleo temporal -procedimientos excepcionales y menos competitivos- denota dinámicas anteriores en las que parece que existió una mayor relajación de garantías y controles en la contratación temporal o en la vinculación irregular de trabajadores procedentes de contrataciones externas de servicios, que en el futuro es necesario evitar", se recoge en el informe, remitido ya tanto a la Xunta como al Parlamento.
Para Contas, no solo es importante la garantía de la imparcialidad para contratar más trabajadores, sino que califica como "aspecto clave" la planificación de las necesidades de efectivos. Y aquí encuentra un gran motivo de tacha en el funcionamiento de la Administración autonómica aunque cada centro disponga de los instrumentos de ordenación del personal que disponen las correspondientes leyes sobre la materia. Pero estos son insuficientes.
"No se conocen mecanismos de análisis de las necesidades de personal a medio o largo plazo que permita programar la manera de satisfacerlas. En este sentido, para una planificación realista de las necesidades de personal, y determinar los perfiles y número de efectivos a reclutar, resulta esencial disponer de información sólida sobre la carga de trabajo de cada uno de los puestos", se recoge en el informe, recordando, en todo caso, que con carácter experimental se hizo esto en dos centros directivos, sin que por el momento se haya extendido a ninguna otra unidad.
Aunque cada departamento disponga de una relación de puestos de trabajo (RPT) como instrumento de ordenación del personal, eso solo sirve para responder a una obligación legal y poco más. No ayuda a realizar una mejor planificación de las necesidades laborales y profesionales.
"En la totalidad de los centros analizados se puso de manifiesto la dificultad para asegurar la cobertura de puestos en los procesos de provisión con los perfiles profesionales adecuados para su desarrollo, lo que es indicativo de la necesidad de que las propias consellerías ahonden en el análisis de los perfiles profesionales adecuados para el desarrollo de los puestos y asegurar así la cobertura idónea en los procesos de provisión que se convoquen", se expone en el informe del Consello de Contas.
