"Entre un Gobierno de Podemos, el independentismo y Pedro Sánchez y una oportunidad para que los españoles vuelvan a decidir, yo me quedo con la segunda opción". De esta forma dejó clara ayer el presidente de la Xunta y del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, su preferencia: terceras elecciones generales en menos de un año antes que el que sería el primer Ejecutivo estatal de coalición desde la Transición, integrado por socialistas y Podemos.

En una entrevista concedida a Europa Press, Feijóo alerta de las consecuencias que, a su parecer, tendría la investidura de Pedro Sánchez, actualmente presidente en funciones. Se produciría una "inestabilidad política histórica en el conjunto de la nación" y una "ruptura del estatus jurídico, constitucional e institucional que hay en España".

El motivo de ese panorama sería la dependencia del Gobierno de los votos de Esquerra Republicana de Catalunya, cuyo líder, Oriol Junqueras, está en la cárcel, aunque la Abogacía del Estado debe decidir sobre la sentencia de la justicia europea que considera que no se respetó la inmunidad que tenía como eurodiputado cuando realmente lo era.

Feijóo denuncia que la gobernabilidad dependa "del visto bueno de un preso y de un fugado", en alusión a Junqueras y al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. En su opinión, "no hay precedentes en 41 años de democracia, desde Suárez a Rajoy", de que algún presidente "siquiera haya testado la posibilidad de gobernar con partidos independentistas", si bien fueron habituales los acuerdos parlamentarios con CiU y el PNV.

La repetición electoral se produciría, además, en un año en que Galicia tiene cita también con las urnas y en un contexto de recuperación del PP, que pasó de 66 escaños en abril a 88 en noviembre.

Como alternativa, Feijóo no aclaró si el PP aceptaría una gran coalición, aunque recordó que los populares de Mariano Rajoy ofrecieron a los socialistas esa opción en 2015 y 2016 cuando ellos eran primera fuerza. El PSOE lo rechazó, pero permitió su investidura tras una crisis interna que expulsó temporalmente a Sánchez del liderazgo interno.

"A mí [Pablo] Casado nunca me ha transmitido que si Sánchez le llama para buscar una gobernabilidad le va a decir que no", declaró.

En 2016, Casado declaró: "Imaginemos que el PSOE le saca 52 escaños y dos millones y medio de votos al PP, ¿alguien podría entender que bloqueáramos la investidura del líder socialista?". En abril, el PSOE logró 57 actas y 3,2 millones de votos más que el PP. En noviembre, 32 diputados y 1,7 millones de votos más.