El gerente del área sanitaria de Ourense, Félix Rubial, defendió ayer las decisiones que se tomaron la madrugada del jueves durante el primer parto en Verín desde el cierre del paritorio el pasado 1 de diciembre y que implicaron el traslado del recién nacido al hospital de Ourense mientras la madre se quedaba en observación en la villa del Támega.
"Defenderé siempre el criterio clínico de mis pediatras, y si mis pediatras deciden que en un momento dado que hay que trasladar lo hacen siempre por la seguridad del niño, por muy doloroso que pueda ser para una familia y por muy doloroso que puede ser, sobre todo para una madre, separarse de su bebé, lo entendemos perfectamente", señaló el responsable de la dirección del CHUO en respuesta a las críticas que se sucedieron al trascender las circunstancias del primer parto que se produce en la comarca tras el cierre del servicio de maternidad.
Verín clama contra el cierre del paritorio en su primera manifestación, el pasado fin de semana. // Brais Lorenzo
Este parto, señaló Yolanda Domínguez, secretaria de la comisión delegada del Hospital de Verín, que mantiene activo un encierro en las instalaciones contra la supresión de este servicio, "fue la demostración de que lo que decíamos era verdad, que un parto puede presentarse en cualquier momento y que puede que no haya tiempo para ir a Ourense".
La decisión de separar al bebé de su madre nada más nacer y justo cuanto el pequeño trataba de coger el pecho fue objeto de críticas desde diferentes ámbitos de la salud, cuestión que también ha sido aclarada por el gerente del CHUO. "No era posible trasladarla en ambulancia, porque siempre hay un período de recuperación tras el parto en el que la madre tiene que estar observación", explicó Rubial. Por lo que el desplazamiento no se produjo hasta que el ginecólogo le dio el alta. El "conflicto" posterior, en relación con el hecho de que la madre tuviese que esperar dos horas sentada en el pasillo del CHUO, como denunció el padre del bebé, se debió, apuntó el gerente, a que no fueron avisados del traslado.
Concentraciones en Galicia contra el cierre. // I. Osorio
"Hemos conseguido que una situación que era complicada por ser excepcional se haya resuelto con garantías, precisamente porque nuestro objetivo ha sido siempre el mismo: garantizar los recursos, aunque hemos decidido reordenar la atención obstétrica y pediátrica", señaló el gerente.
Respecto a la posible reapertura del paritorio anunciada por Feijóo si se cubren las dos plazas vacantes de pediatría, Félix Rubial recordó que la decisión de reordenar la atención obstétrico neonatal en el área sanitaria de Ourense obedece a informes de los servicios de Ginecología y Obstetricia, y de Pediatría "que decían que no se daban las circunstancias idóneas para mantener las condiciones de calidad y seguridad a la hora de atender partos y neonatos". No obstante, matizó, "si se producen circunstancias que varíen esta situación, todas las decisiones son reevaluables". De cubrirse las vacantes, anunció, "haremos los análisis oportunos y nos pronunciaremos, pero siempre escuchando a los máximos responsables, que en este caso son los profesionales clínicos".
Las declaraciones del gerente del CHUO tras lo sucedido en el parto de Verín se vieron reforzadas por un comunicado de la dirección del área sanitaria en la que este órgano muestra su "firme apoyo" a los profesionales del servicio de Pediatría y su "malestar por las manifestaciones que están poniendo en entredicho el criterio clínico y la profesionalidad de los especialistas". La dirección lamenta que, ante una decisión que tiene como único objetivo "defender la seguridad de las madres y recién nacidos", se intente "confundir y alarmar a la población".
Pese a la "excepcionalidad de atender un parto en un hospital sin pediatra", añade el comunicado, "todo transcurrió con normalidad, gracias al compromiso y profesionalidad del personal que se trasladó para atender el parto y garantizar la seguridad del recién nacido, sin comunicación o requerimiento judicial alguno, y del equipo de guardia formado por ginecólogos, matronas y anestesistas".
Verín, todos a una contra contra el cierre del paritorio en las protestas del pasado fin de semana. // FdV
La misma profesional que se trasladó de madrugada a Verín, explica el Sergas, "decidió derivar al recién nacido a Ourense, de acuerdo con su criterio clínico, formación y experiencia, con el objetivo de velar por la seguridad y necesidades asistenciales del niño".
Defiende la dirección del CHUO que las decisiones que toman los profesionales sanitarios "son de carácter clínico y sopesan las consecuencias que se puedan derivar". La separación de una madre y su hijo, incide, "no es habitual, sólo se produce en circunstancias excepcionales, como las vividas ayer, ante la necesidad de garantizar la asistencia al recién nacido y esperar la recuperación de la madre, por lo que tampoco fue posible trasladarlos juntos".
Las circunstancias en las que se ha producido este nacimiento no han hecho más que elevar la indignación en la comarca. El jefe del servicio de Ginecología de este hospital y médico que asistió, Javier Castrillo, defendió ayer su decisión de no trasladar a la madre a Ourense para evitar que el parto, que era inminente por lo rápido que avanzaba la dilatacion, se produjese durante el traslado: "Yo lo tengo muy claro, si se vuelve a producir un caso similar y no se cumplen los criterios para un traslado seguro actuaré de la misma manera", señaló.
