Galicia tiene ahora peor suministro eléctrico que hace cinco años. Si bien es cierto que en 2018 se redujeron los cortes de luz respecto a 2017 -año en el que se dispararon los apagones por culpa de los incendios forestales de octubre que dañaron numerosas líneas eléctricas-, la comunidad gallega sufrió el pasado año un 48 por ciento más de apagones que hace un lustro y el tiempo de interrupción de la electricidad también aumentó un 44 por ciento, según los datos del Ministerio de Industria.
Es el rural el que más padece estos cortes de luz. En pueblos y aldeas hay cuatro veces más apagones que en las urbes. Por provincias, las más afectadas son Pontevedra y Lugo.
Para medir la calidad del servicio eléctrico se utilizan dos índices. Por un lado está el TIEPI o tiempo de interrupción equivalente a la potencia instalada, y, por otro, el NIEPI (número de interrupciones). Estos indicadores no se corresponden exactamente con el número y duración de los cortes porque solo tienen en cuenta los apagones de más de tres minutos y además se vincula siempre a la potencia instalada. En todo caso, sirven de medidor para ver la evolución y las diferencias entre zonas y además se usa de baremo para medir la calidad del servicio que prestan las eléctricas. Se tienen en cuenta tanto las interrupciones por trabajos planificados como por incidentes en las instalaciones.
Fenómenos atmosféricos como temporales o ciclogénesis influyen en que se produzca un mayor número de cortes de luz, pero también pueden afectar otras circunstancias como los incendios forestales y, por supuesto, las infraestructuras eléctricas y su mantenimiento, que están muy condicionadas en la comunidad gallega por su difícil orografía y la elevada dispersión poblacional.
En 2018 el TIPI en Galicia se situó en 1,14. Un año antes, en 2017, la ola de incendios que arrasó 49.000 hectáreas de monte había disparado las cifras de interrupciones del suministro eléctrico hasta las 3,6 horas. Y en 2016, este indicador también fue inusualmente alto: 1,28.
Sin embargo, entre 2012 y 2015 se logró reducir los apagones en la comunidad gallega para situarlos por debajo de un TIEPI de 1 hora. En esos cuatro años la calidad del suministro eléctrico en Galicia mejoró notablemente y ahora las últimas cifras revelan, de nuevo un empeoramiento.
Las diferencias por zonas son importantes. El rural concentrado se lleva la peor parte (1,61 de TIEPI), seguido de las zonas semiurbanas (1,41). En áreas dispersas del rural hay menos apagones: 0,81. Pero la mejor calidad del suministro la tienen las ciudades (0,41).
Por provincias Lugo tiene el mayor número de cortes de luz (2,65 horas), seguido de Pontevedra (1,07). En A Coruña el TIEPI se situó en 0,87 y en Ourense en el 0,83.
Y, concreto, fue el rural de Lugo el que registró más interrupciones del suministro: 8,26 horas.
