Desde que las urnas se sacaron a la calle en abril de 1979 para que los ciudadanos pudiesen escoger a sus representantes municipales, un paso más para alejarse de 40 años de dictadura, Galicia ha experimentado cambios notables. En sus infraestructuras, más modernas, eficientes, capaces de acortar distancias que hace cuatro décadas parecían al alcance solo de los bolsillos más adinerados o los viajeros más intrépidos. Pero también, y de forma especial, en el tuétano de la sociedad. Durante la mesa redonda organizada ayer en Vigo por FARO la escritora Ledicia Costas recordaba por ejemplo los pasos que se han dado para lograr una igualdad efectiva entre hombres y mujeres, lejos de los estereotipos de género que -recordó la novelista viguesa- cuando era niña, en los 80, perpetuaban los progamas infantiles.

Muchos de los objetivos hacia los que ha caminado la sociedad desde finales de los 70, sin embargo, aún no se han alcanzado. O no al menos de una forma plena. Durante la cita de ayer en Vigo la investigadora África González, catedrática y presidenta de la Sociedad Española de Inmunología, por ejemplo, incidía en el camino que aún queda por recorrer. "En estos 40 años se ha avanzado mucho en igualdad, pero nos quedan aún muchas cosas por conseguir y se trata de una labor que tenemos que hacer entre todos", reflexionó. "Llevamos 40 años de democracia y sin embargo aún no tuvimos una presidenta del Gobierno; afortunadamente sí en la provincia", abundaba Costas, en referencia a la responsable de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva.

La igualdad no es el único reto que ayer se esbozó durante la ceremonia celebrada en el auditorio de Afundación en Vigo. Otro de los grandes retos que se plantearon es la preservación del medio ambiente, la lucha contra el calentamiento global. Un reto que destacó incluso el alcalde olívico, Abel Caballero, quien reclamó que se otorgue mayor capacidad a la administración municipal para poder trazar y aplicar políticas que ayuden a frenar la contaminación.

Como receta para contribuir al progreso, Francisco Puga, presidente de Delta Vigo, abogó por apostar por la generosidad. "El mundo de la empresa y también la sociedad progresan por la generosidad", reflexionó el directivo, quien reconoció su satisfacción por que hoy conceptos como el de responsabilidad social corporativo o conciencia medioambiental formen parte del léxico de las compañías.