El sector forestal gallego consolida su recuperación tras los peores años de la crisis, que se da por superada, y en 2018 por primera vez se aproximó a una facturación conjunta de toda su cadena de valor que ronda los 2.300 millones de euros.

Ese mismo año (en el que la facturación aumentó un 2%) exportó productos por valor de 900 millones, en su gran mayoría a países del entorno europeo, muy competitivo y exigente en la calidad, según el informe La cadena forestal-madera de Galicia 2018, elaborado por la Axencia da Industria Forestal de Galicia y presentado ayer en la Escola de Enxeñería Forestal de la Universidade de Vigo en un acto encabezado por el conselleiro de Industria, Francisco Conde, y en el que intervino el coordinador del estudio, el profesor Juan Picos.

El sector genera unos 22.000 empleos directos, una cifra que se ha incrementado un 4,8%, de modo que entre 2017 y 2018 se crearon en Galicia alrededor de 1.000 nuevos empleos ligados al sector. Estos asalariados cobraron 600 millones, a los que se suman 135 de cotizaciones a la Seguridad Social.

A pesar de la positiva evolución, se observan signos de ralentización del sector forestal, especialmente en las exportaciones, que Juan Picos relaciona con incertidumbres sobre el Brexit o los aranceles de China y Estados Unidos.

Además, pese al récord en talas de madera -10 millones de metros cúbicos-, la industria de la segunda transformación registró un descenso del 17 % en el volumen de facturación.