El alcalde de Vilagarcía de Arousa, Alberto Varela, tomó ayer las riendas de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) con un discurso en el que abogó por dotar a los concellos de mayor autonomía y autosuficiencia financiera y en el que además reclamó que el reparto de ayudas a los municipios fuese "ecuánime y transparente, gobierne quien gobierne".

Varela (PSdeG) sucede en el cargo al regidor socialista de O Barco, Alfredo García, que en su despedida reivindicó el "consenso y la unanimidad entre los grupos políticos durante su mandato".

El relevo se sustanció en la X Asamblea General de la Fegamp, a la que acudió también el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el vicepresidente, Alfonso Rueda.

Ante los responsables de la Xunta, el nuevo presidente de la Fegamp, no solo pidió un mejor reparto de las ayudas a los concellos, sino que advirtió que los gobiernos locales "no pueden ni deben ser el armario para guardar las competencias que ninguna otra administración quiere". Por eso, añadió, aunque las alcaldías sean "la cara visible" de todo el sistema público, "todos los actores de la administración tenemos que ser conscientes de nuestra responsabilidad". En este sentido, pidió "lealtad institucional".

Pero además, Varela no olvida que "en el centro de todo están las personas" y admite que se necesitará "esfuerzo y talento" para luchar contra la desigualdad, el envejecimiento poblacional, el cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030 y la lucha contra los populismos".

Por su parte, Feijóo repasó la labor de los ayuntamientos desde la transición democrática. Con sus palabras quiso recordar al exregidor de Vigo -que falleció el pasado miércoles- Manoel Soto "y a los alcaldes que inauguraron la democracia local".

Respecto a la actualidad, el presidente de la Xunta señaló que "no es un logro menor mantener el fondo de cooperación local en una etapa de recesión constante". Ahora mismo "la financiación" acapara toda la atención de la Administración autonómica, que se ve "afectada" por la "inestabilidad" de España. Feijóo cree que "la inestabilidad tiene consecuencias y también las tendría una política hipotecada por privilegios territoriales que olvidaran la igualdad que los españoles tienen constitucionalmente reconocida".