El cribado para prevenir el cáncer de cérvix arrancará en Galicia a partir de diciembre para mujeres de entre 35 y 65 años. El programa empezará de forma piloto en una localidad, que aún no se ha hecho pública, y luego de forma progresiva se irá extendiendo a toda la comunidad. En Galicia, en esa franja de edad hay 600.000 mujeres.

Con este plan, Galicia se convierte en la segunda autonomía, después de País Vasco, en reforzar la prevención contra el cáncer de cérvix. Es importante porque es uno de los cánceres que se puedan controlar más eficazmente, si se diagnostica de forma precoz. Incluso se pueden reducir los casos, si se detectan con tiempo las lesiones precursoras de este tipo de cáncer.

En 2017, último año con datos oficiales, fallecieron en España 680 mujeres por cáncer de cuello de útero.

El plan de la Consellería de Sanidade pasa porque las mujeres citadas en vez de hacerse una citología se hagan un test para comprobar si tienen el virus del papiloma humano, una de las infecciones por transimisión sexual más frecuentes. La mayoría de las veces son infecciones inocuas pero si persisten por tratarse de un virus de alto riesgo pueden causar cáncer de cérvix, vulva, vagina, ano, pene y orofaringue.

Si el test da negativo, la prueba se repetirá a los cinco años. Si el resultado es positivo, se realizará entonces una citología. Si ésta es negativa, el test se repetirá al año para comprobar que la infección desapareció de forma espontánea. Si la citología es positiva, se confirmará el caso de cáncer con una colposcopia y biopsia.

Muy sencillo

Desde el Sergas, explican que el test es muy sencillo. Tanto que se puede hacer desde casa. Consiste en introducir en la vagina un pequeño dispositivo del tamaño aproximado de un tampón, girarlo para recoger el fluido vaginal y retirarlo.

Sanidade prevé ofrecer a un grupo de mujeres que vayan a su centro de salud y que allí personal saniario coja la muestra; a otro grupo de mujeres se les enviará el dispositivo necesario para que ellas en su casa tomen la muestra y a otro grupo se le darán las dos opciones y podrán elegir. Así el Sergas podrá evaluar qué propuesta es la que tiene más éxito.

La opción de que sea la propia mujer la que tome la muestra puede ayudar a elevar la participación en el programa, piensan desde el departamento que dirige Jesús Vázquez Almuiña. ¿Por qué? Porque permite superar barreras socioculturales como el miedo, la vergüenza o el pudor.

En todo caso, si la mujer acude al centro de salud, entonces el personal recogerá células cervicales, de modo que en el caso de ser necesaria la citología ya no será necesaria una nueva muestra y se evitará una nueva citación. Los casos positivos en el primer test suelen ser del 7-8% del total, apuntan desde Sanidade.