Una de las prioridades que los expertos esperan que se tengan en cuenta y se puedan poner en práctica, ya en un corto plazo, es la gestión de lo que denominan "sobredemanda". Así lo explicó ayer otro de los integrantes del grupo encargado de la presentación, Benjamín Abarca, médico de familia del área sanitaria de Lugo. Este subrayó que los facultativos afrontan una demanda "bloqueante" que se suma al hecho de que se producen bajas o vacaciones. En esa línea, conminó a buscar "soluciones concretas", como "establecer un número máximo de consultas" que permita "hacer docencia" e "investigación" y "dar un tiempo suficiente para atender a los pacientes, pero con una limitación".

Asimismo, insistió en "dotar de competencias amplias" a los directivos de los centros de salud. "Si no se busca esa autonomía de gestión local, difícilmente avanzaremos", advirtió, y apuntó que quien tenga el "honor" de dirigir un centro, tiene que estar guiado por "principios de mérito, capacidad y transparencia". En relación al liderazgo compartido que propugnan, planteó el contar con un programa de formación específico de líderes. En ese aspecto, Represa señaló que el centro de salud debe estar "gestionado y liderado" por un profesional de la salud".

Abarca también reclamó una "mejora de las condiciones de trabajo" con un 100% de reposición y recuperación de plazas perdidas en la crisis, el "aumentar los profesionales donde hay sobrecarga" o la "mejora" del contrato de continuidad.

Una dirección de atención primaria ejecutiva con su presupuesto propio, "un marco estratégico local orientado a programas de salud local", un programa específico de relevo generacional o estandarizar los procesos asistenciales figuran entre otras propuestas que citó para lograr una cuádruple meta: mejorar la salud poblacional, así como la calidad y la experiencia del paciente, e incrementar la eficiencia y la satisfacción de los profesionales.