El secretario xeral del sindicato Unións Agrarias, Roberto García, advirtió ayer en Lugo de que los ganaderos y agricultores gallegos podrían perder unos 700 millones de euros de fondos europeos y quedarse sin ayudas directas hasta el año 2023 si la Xunta de Galicia no es capaz de "reprogramar las partidas", en colaboración con el Ministerio de Agricultura y la propia Unión Europea.

García precisó que, a la espera de la nueva Política Agraria Común y de que se apruebe el nuevo presupuesto de la Unión Europea, unas 10.000 explotaciones gallegas situadas en zonas desfavorecidas y de alta montaña podrían quedarse hasta el año 2023 sin "ingresos directos" procedentes de los fondos comunitarios.

Recordó que son "explotaciones muy sensibles", que tienen unos "costes de producción altos", precisamente por estar situadas en esas zonas desfavorecidas o de alta montaña.

Según García, de los 1.150 millones de euros asignados para ejecutar en seis años, la Xunta de Galicia solo ha invertido el 38%, por lo que quedan aún "unos setecientos millones de euros sin gastar" y el plazo finaliza el próximo año.