El sector dedicado al azar cifra en un 0,2% el juego problemático, aquel con riesgo o conducta adictiva, un porcentaje tres décimas inferior a la media estatal. Además, casi uno de cada cinco gallegos nunca realiza ningún tipo de apuesta, bien sea en bingos, casinos, máquinas de competiciones deportivas o casinos, por ejemplo.
Estas son algunas de las conclusiones del I Estudio sobre el juego privado presencial en Galicia, encargado por la patronal del sector a la firma Novadays y que ayer adelantó el profesor José Ignacio Cases, vinculado a estudios sobre este campo y a sus empresas desde hace décadas.
Los datos fueron avanzados en el VI Congreso de la Asociación Gallega de Empresas Operadoras (AGEO), que aglutina bingos, máquinas B (tragaperras) y salones de juego. Ese grupo impulsó el citado estudio, al igual que la Asociación de Bingos de Galicia y los grupos Luckia y Comar.
El juego presencial privado (diferente al realizado a través de internet) supuso 109 millones de euros para la riqueza de la comunidad en 2017, con unos resultados de explotación de 490 millones, según el Informe Ardán. Además, el año pasado aportó 61 millones al fisco autonómico.
El evento, sin embargo, giró entorno al futuro de una actividad en un "entorno hostil", en palabras del presidente de AGEO, Serafín Portas, en alusión a las crecientes protestas contra el juego o, más concretamente, contra las apuestas deportivas. "Se nos juzga sin conocernos, somos empresarios legales y transparentes", apuntó.
El estudio presentado ayer pretende derribar las denuncias sobre el supuesto aumento de los casos de ludopatía y la captación de menores por parte de esta actividad -una encuesta de la Universidade de Santiago estima que alrededor de 10.000 jóvenes de 12 a 17 años apuesta por internet-.
El profesor Ignacio Cases aseguró que existe una percepción social distorsionada. "Existe la creencia de que hay mucho juego, que hay muchos locales, que hay menores que juegan...", dijo. Su estudio revela, aseguró, que el 19,5% de los gallegos no han jugado a ningún juego de azar en el último año, cinco puntos por encima de la media estatal. Según sus datos, "solo el 5,2% ha jugado a máquinas tragamonedas, el 3,9% ha ido a salones deportivos y el 6,3% ha realizado apuestas deportivas".
Además, sostiene que las mayores tasas de juego se registran entre los 45 y los 54 años. "Las personas jóvenes, en cambio, son las que menos juegan, teniendo el mayor porcentaje de no jugadores: el 37,9% de los jóvenes entre 18 y 24 años no ha jugado -ni a juegos públicos ni a privados- en el último año", establece el avance del citado informe sobre esta actividad en Galicia.
El encuentro se produjo en un momento de "incertidumbre", según Portas, en alusión a la elaboración de la nueva Lei do Xogo. El último borrador obligará a instalar mandos a distancia para activar las máquinas de apuestas deportivas y tragaperras en locales de hostelería y congela los salones de juego tiendas de apuestas existentes o en tramitación: 118, en el primer caso, y 41 en el segundo.
El encuentro fue clausurado por el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, apeló precisamente a la necesidad de consensuar en lo posible las nuevas medidas que incorporará la citada norma, que reformará la de 1985.
