Práctica eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones en las herencias directas, es decir entre padres e hijos. El Consello de la Xunta ha aprobado esta mañana el proyecto de presupuestos de Galicia para 2020 y entre las novedades figuran nuevas rebajas fiscales. Una de ellas afecta a las herencias, que amplía las deducciones ya en vigor desde 2016. Si hasta ahora para las directas ya estaban exentas el 99% de las tramitadas, a partir de enero del próximo año se eleva hasta el 99,94% porque el Gobierno gallego subirá de 400.000 euros por heredero el mínimo exento hasta el millón.

Así lo han avanzado el presidente, Alberto Núñez Feijóo, y el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, al término de la reunión semanal del Ejecutivo autonómico. Desde 2016, 345.000 gallegos, según los datos anunciados por el conselleiro, no han tenido que pagar impuesto alguno por recibir la herencia. Tanto el presidente como Valeriano Martínez han insistido que esta novedad supone la "práctica eliminación" de este impuesto en Galicia.

Pero hay otras rebajas fiscales. Fuera de las ciudades, lo que supone el 94% del territorio gallego, se baja el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales para la compra de vivienda. Si es la principal, el tipo impositivo se reducirá del 7% al 5%, mientras que si se trata de la segunda, pasará del 10% actual al 6%.

Además de creará una modalidad "verde" del IRPF en el tramo autónomico, que permitirá deducciones de hasta 1.500 euros por las obras de mejora de la eficiencia energética de la vivienda, desgravando inversiones de hasta 9.000 euros como cambio de la cubierta del edificio o sustitución de ventanas. También se incluyen deducciones "verdes" para cooperativas y sociedad laborales, así como para becas de deportistas de alto nivel

La cuarta rebaja afecta al traspaso de empresas entre familiares. Si se produce una transferencia de acciones, ahora la deducciones fiscales afectan hasta el sexto grado de relación familia -ahora está en el tercero-, siempre que se mantenga la unidad de empresa.

El presupuesto final de gasto ha quedado en 10.149 millones de euros, por lo que se agota el techo de gasto. Inicialmente estaba fijado en 10.160 millones, pero el conselleiro de Facenda ha explicado que la caída de los 11 millones restantes se debe a la inclusión de las rebajas fiscales.

Los objetivos principales que se buscan son consolidar el crecimiento económico de Galicia, pese a las señales de desaceleración en el conjunto de España y trasladar a las familias los efectos de la buena marcha de los últimos años.

De total de gasto, las políticas sociales se llevarán 7.400 millones de euros, que absorben 248 de los 300 de incremento con respecto a las cuentas de 2019. Para sanidad se disponen 4.100 millones, que según Feijóo es el área con mayor crecimiento; mientas que educación se llevará 2.465 y los servicios sociales, 830.

Para inversiones habrá 1.691 millones, apenas 40 más que este año, que dejarán un ratio de 608 euros por habitante, la cifra más alta de una comunidad autónoma si se atiende a la inversión con fondos propios. Y el salario de los empleados públicos superará por primera vez los 4.000 millones, ya que se suman 140 más con respecto a 2019.

La Xunta prevé que la economía gallega crezca un 1,9% el próximo año, una décima por encima del conjunto de la economía española (1,8%) y medio punto sobre el crecimiento previsto en la zona euro (1,4%) y una previsión de acabar 2020 con una tasa de desempleo "sobre el 10%", tal y como se había fijado en el Plan Estratégico 2015-2020.