-Hija de alcalde de Olmedo, trabajó cerca de políticos en Bruselas, y la vive por su relación de pareja, ¿la política es tan hostil como se ve desde fuera?

-Hay un parte muy optimista, a mí siempre me ha interesado la política, pero a lo mejor tampoco soy objetiva. Animo a todo el mundo y cada vez más a las nuevas generaciones a que todo el mundo se involucre. No tienes por qué hacerlo como candidata, hay muchísimas formas. Para mi hubo un antes y un después en 2016. Antes se pensaba era el tira y afloja de distintas formaciones, todas ahí en núcleo central, y en 2016 te das cuenta de que se pueden poner cosas en tela de juicio y que se pueden perder cosas que consideraba esenciales e inamovibles.

Lo que sí que es cierto es que en primera línea hay muchas veces, sobre todo en los años tan difíciles que le tocaron a Nick en la economía británica y europea, a veces te tienes que poner la armadura y te encuentras en una situación en la que las respuestas más fáciles son a corto plazo y tú tienes que mirar a largo. Estás constantemente remando a contracorriente.

-Y a usted, ¿nunca la veremos en un cartel electoral?

-Nunca me planteo cosas que no son posibles. Estoy muy lejos de España y no tengo la ciudadanía aquí.