¿Se imaginan vivir en una fortaleza del siglo XVIII? Son cada vez más los castillos, pazos, casas señoriales y monasterios que se ponen a la venta en Galicia en busca de inversores que reconviertan el inmueble en un negocio que dé un impulso económico a la zona, la mayoría enclaves privilegiados en plena montaña o con vistas al mar. Portales inmobiliarios especializados en construcciones singulares ofertan este tipo de propiedades por precios que van desde los 70.000 euros de una casa solariega en Lugo hasta una mansión en A Coruña por 4,2 millones de euros o un palacio en el casco histórico de Santiago por 5 millones. La oferta de este tipo de inmuebles convierte a Galicia en el principal atractivo de inversores, tanto nacionales como extranjeros, en busca de enclaves únicos para restaurar o bien reconvertir en alojamientos rurales o simplemente para fijar ahí su nueva residencia. La comunidad gallega es rica en este tipo de propiedades, con el 40% de las que tienen colgado el cartel de "Se vende" en España, según datos del portal especializado aldeasabandonadas.com.
En total, 170 pazos, castillos, casas señoriales, mansiones, conventos o monasterios buscan nuevo inquilino en Galicia de los más de 400 inmuebles de este tipo a la venta en España.
Con menos de la mitad de las propiedades de este tipo ofertadas en Galicia, se coloca en el segundo puesto del ranking nacional Cataluña -80 inmuebles a la venta-, seguida de Extremadura (42), las dos Castillas (41 entre ambas) y Asturias (41). Son cada vez más los extranjeros interesados en este tipo de propiedades.
La joya de al corona, en Corcubión
Es una de las joyas que cuelgan desde hace años el cartel de Se vende en Galicia. Por tres millones de euros, la propietaria del castillo del Cardenal vende la fortaleza que guarda la ría de Corcubión desde el siglo XVIII con el ánimo de que se convierta en un hotel boutique, respetando al máximo el monumento y sin modificar la estructura, según apunta su hijo Marco Díaz. Con esta iniciativa turística, se pretende mantener la conservación del bien y su puesta en valor, haciéndolo económicamente sostenible.
Hasta el momento, según detalla el portavoz de la familia, no se podía hacer nada con el castillo ya que tenía la calificación de espacio libre, tras llevarlo a pleno el Concello se ha modificado la calificación para poder proceder a la venta y convertir la fortaleza en negocio turístico. Las cosas de palacio van despacio, y las de un castillo van más, ironiza Díaz. El objetivo de la familia, que adquirió la propiedad en estado ruinoso hace tres décadas, es vender el inmueble que está listo para entrar a vivir reformaron el suelo, instalaron calefacción central y construyeron los accesos al recinto, tiene wifi cobertura de teléfono móvil y central de alarma sin hilos para convertirlo en un hotel boutique. No obstante, también se plantean buscar socios inversores para que este proyecto se haga realidad. Dentro del castillo daría para seis o siete habitaciones. Además, se podrían incluir, previa autorización dadas las características de la fina, la realización de bodas y eventos de toda índole, destaca Díaz.
