La conocida como plaga de la patata se detectó en Galicia en el año 2015. Es una enfermedad que se propaga fácilmente y que la provoca la polilla guatemalteca o tecia solanivora. Para lograr su erradicación, se prohibió plantar y mover el tubérculo en 33 ayuntamientos de las provincias de A Coruña y Lugo. Pero como la consecución de este objetivo pasa por aplicar una cuarentena estricta, la Xunta ha incrementado los controles y la consecuencia es que este año, al que todavía le faltan tres meses para acabar, se han abierto 83 expedientes sancionadores, una cifra que supone multiplicar nada menos que por ocho las multas tramitadas en los dos años anteriores.
En 2017 se incoaron 12 procedimientos sancionadores -7 en la provincia de A Coruña y 5 en la de Lugo-, mientras que al año siguiente se iniciaron 10, todos en la provincia de A Coruña. Y en nueve meses de este año, la cifra ha llegado a 83, de los cuales 45 corresponden a concellos coruñeses y el resto, 38, a lucenses.
"El incremento de expedientes en 2019 se debe a que, para conseguir erradicar este organismo, es necesario reforzar los controles de campo y así se hizo", detalla a Consellería do Medio Rural.
Las multas por mover de forma ilegal o plantar patata dentro de los 33 concellos están tipificadas como graves o muy graves y las sanciones oscilan entre los 300 y los 3.001 euros.
El Consejo de Ministros aprobó en marzo de 2017 un real decreto para el control y la erradicación de la tecia solanivora que en Galicia afectaba a 33 ayuntamientos. Este plan fijaba dos años de prohibición, que se cumplieron el 5 de marzo, pero las restricciones se prorrogaron de forma indefinida desde entonces porque la plaga no estaba erradicada en todos los concellos, ya que seguían apareciendo polillas en las trampas colocadas específicamente para comprobar la evolución de la enfermedad.
Las medidas tomadas por la Consellería do Medio Rural desde la entrada en vigor del real decreto han sido avaladas por auditores de la Unión Europea, que visitaron las zonas infectadas y calificaron de eficaces los controles realizados. Así, ha sido primordial la instalación de esas trampas para detectar a la tecia. Esto ocurre sobre todo en almacenes, donde el movimiento de la patata y una incorrecta higiene favorecería el desarrollo del ciclo biológico del insecto.
De hecho, un aspecto importante para terminar con el problema es prevenir la dispersión y controlar los movimientos porque el vuelo del insecto no es la primera forma de difusión, sino el desplazamiento y el transporte del tubérculo.
Con los controles realizados y la cuarentena en vigor, la Consellería do Medio Rural considera posible extinguir esta enfermedad en la comunidad. "Teniendo en cuenta la situación actual, la previsión de la erradicación de este organismo es buena y creemos que si la evolución sigue siendo positiva se podrán levantar las restricciones en aquellos ayuntamientos que cumplan dos años sin capturas de la polilla guatemalteca", sostiene el departamento que dirige José González.
Los concellos infectados son A Capela, Ares, As Pontes, Cabanas, Cariño, Fene, Ferrol, Mañón, Mugardos, Muxía, Narón, Neda, Ortigueira, San Sadurniño y Valdoviño, en A Coruña, y Abadín, Alfoz, A Pontenova, A Pastoriza, Barreiros, Burela, Cervo, Foz, Lourenzá, Mondoñedo, Ourol, O Valadouro, O Vicedo, Ribadeo, Riotorto, Trabada, Viveiro y Xove, en Lugo.
