"Una década más tarde, lo único que consiguió fue convertir Galicia en la Zona Cero de un fracaso experimento neoliberal". Con esta contundencia arremetió ayer Antón Sánchez, portavoz de Grupo Común da Esquerda (GCE), contra los diez años de Alberto Núñez Feijóo y el PP al frente de la Xunta durante el Debate sobre el Estado de la Autonomía. Su discurso afilado remitió a los tiempos en que el rupturismo era liderado por el histórico Xosé Manuel Beiras, que en su momento acusó a Feijóo de aplicar recortes que "mataban más que el terrorismo". Sánchez tachó la política de vivienda de Feijóo como "criminal".

La cita política más importante del año en la comunidad se produjo en un momento clave. Por un lado, el día después de la disolución de las Cortes Generales para volver por cuarta vez a las urnas estatales en cuatro años el 10 de noviembre. Por otro, a un año de los comicios autonómicos. Y todo ello marcado por el cambio de liderazgo de la oposición derivado del estallido de la izquierda rupturista. De los 14 diputados de En Marea, a los 10 de Grupo Común da Esquerda y los cuatro del grupo mixto. En su réplica, Feijóo atacó, como era previsible, ese flanco.

Aun así, el representante de GCE, donde se integran Podemos, Anova y EU, apeló a la unidad progresista ante lo que percibe como nuevo ciclo político. "El inicio del fin de su mandato llegó", le dijo a Feijóo.

Sánchez acusó al PP gallego de practicar un "capitalismo de amiguetes" y reclamó un cambio político, con la vista puesta en las próximas autonómicas, una alternativa que pasa necesariamente por la unidad de una izquierda que, en el caso rupturista, ha evidenciado sus dificultades para convivir.

El representante de GCE hizo un relatorio de casos en los que, en su opinión, la Xunta "hace leyes a medida de las multinacionales". Citó la disolución de las cajas de ahorro, la "privatización" de Audasa, gestora de la Autopista do Atlántico (AP-9), y el bloqueo por parte de Rajoy al traspaso de su titularidad a Galicia, las facilidades a las empresas energéticas para instalar parques eólicos, por ejemplo, en la serra do Iribio "beneficiando a gente próxima al PP" y en contra de los intereses de los vecinos de los terrenos donde se asentarán o el "pelotazo urbanístico" que pretende impulsar el Ejecutivo gallego junto al concello de Mos para que el Celta construya una ciudad deportiva. "Nosotros tomamos partido contra las políticas neoliberales que ustedes llevan a cabo como recaderos de poderes que no se presentan a las elecciones", se posicionó Sánchez.

"Necesitamos un Gobierno que trabaje por el interés general y no que practique la corrupción que consiste en trabajar para los intereses de los grandes capitales y traicionar a la mayoría", clamó el también portavoz de Anova, que afeó a Feijóo los viernes negros, las protestas que desde hace meses realizan los profesionales de la CRTVG "contra la manipulación informativa". El titular de la Xunta replicó desviando el tema hacia las protestas de la RTVE.

Sánchez censuró la "docilidad" de Feijóo ante el Gobierno central cuando gobernaba el popular Mariano Rajoy frente a su lucha contra el socialista Pedro Sánchez y lamentó la pérdida de superficie agraria útil, reducida en tres años en 34.000 hectáreas, fomentando el abandono del rural.