A pesar del arranque de los meses de julio y agosto, marcado por la inestabilidad meteorológica, la comunidad gallega ha cerrado con nota la temporada alta turística. Los datos fueron "más positivos" que los esperados, según el Clúster Turismo de Galicia, destacando los resultados "excelentes" de las Rías Baixas. En su conjunto, la provincia de Pontevedra registró un incremento de la ocupación hotelera con respecto al año anterior, situándose en un 83% de media para los dos meses. A lo que se suma un ligero incremento de los precios, del 5% en comparación con el verano de 2018. Para septiembre, un mes con mucho menor tirón, se espera que la ocupación ronde el 51%.
Pero el buen comportamiento no es solo atribuible a la provincia de Pontevedra. Es más o menos común a toda Galicia, si bien por encima de todas las áreas destacan las Rías Baixas y también, este año, la Ribeira Sacra, aunque su poder de atracción y capacidad turística no sea mucho menor por su reducida infraestructura de alojamientos y restauración.
"A falta de conocer los datos definitivos del mes de agosto, el sector turístico gallego avanza un primer balance muy positivo en cuanto al comportamiento de los meses de julio y agosto en nuestro territorio", destaca el Clúster Turismo de Galicia.
Ante las previsiones meteorológicas, el sector se había fijado como hito previo igualar las cifras del pasado verano. Pero en julio, el mes acabó con una ocupación media del 65% en los destinos urbanos -los más relevantes de Galicia-, mejorando las cifras de viajeros y pernoctaciones en todas las modalidades de alojamiento, con más de 675.000 viajeros y 1,7 millones de pernoctas. Y en agosto, a falta de cifras oficiales, se espera una ocupación que ronde entre el 85% y el 90%.
En Vigo, el Clúster destaca que si bien no se incrementó el número de viajeros, sí subió la cifra de noches y, por tanto, la estancia media de visitante, por lo que al final, en el mes de julio con un 70% de ocupación, se pudo aplicar un incremento de las tarifas y obtener un 6% más rentabilidad por habitación que un año antes, quedando en 52 euros el ingreso medio por estancia disponible. Para agosto, el sector cifra en un 85% la ocupación en la ciudad más poblada de Galicia.
En Pontevedra capital se calcaron los índices de ocupación de Vigo, pero también es cierto que la oferta hotelera es mucho menor -apenas un tercio de la olívica-, aunque los resultados en pernoctaciones y viajeros fueron los mejores de los últimos cinco años.
En Sanxenxo no hubo cambios. La ocupación fue de lleno técnico -el 90% en julio y también en agosto-, aunque, según el análisis del Clúster Turismo de Galicia, el gasto cayó ligeramente con respecto a otros veranos por la inestabilidad meteorológica.
En la ciudad de Ourense se registraron las mejores cifras en diez años, aunque su oferta es también reducida. En agosto la ocupación fue superior al 90% y, al igual que en el resto de Galicia, las empresas turísticas pudieron incrementar los precios y sacar mayor rentabilidad a sus servicios.
El comportamiento fue similar en la provincia coruñesa. En su capital, las tasa de ocupación rondó el 70% en julio y casi el 90% en agosto, con mayor número de viajeros y pernoctaciones que el año anterior. En Santiago, los niveles quedaron algo por debajo, situándose la ocupación en julio en el 65% y en agosto en el 85%. En Ferrol los resultados fueron similares a los de Compostela, mejorando las cifras de viajeros y pernoctas con respecto a anteriores años, pero esto fue posible, según el informe del Clúster, a que los establecimientos bajaron sus precios un 10%.
En la provincia de Lugo, la ocupación media fue del 90% en agosto, colocándose el cartel de completo en la Ribeira Sacra.
