El tercero de los exconselleiros de la Xunta que salieron derrotados de las elecciones municipales del pasado mayo abandonará la escena local para embarcarse en una nueva tarea. Agustín Hernández dejará su acta de concejal en Santiago y asumirá la presidencia del Consello Económico y Social (CES), relevando a Corina Porro, que cambió este foro consultivo por el puesto de delegada de la Xunta en Vigo.

El 26-J supuso un golpe para el PP, que perdió la única urbe que gobernaba: Ourense. Dos exconselleiros abandonaron la arena local rumbo al Senado. Fueron Jesús Vázquez, exalcalde de Ourense, y Elena Muñoz, que también dejó el liderazgo del PP vigués. Ahora es el turno de Agustín Hernández.

El dirigente fue conselleiro de Medio Ambiente en los dos primeros gobiernos de Alberto Núñez Feijóo desde que el PP alcanzó la Xunta en 2009. Era uno de los hombres fuertes en San Caetano hasta el punto de que fue promocionado en el ámbito orgánico: alcanzó la Vicesecretaría Xeral del PPdeG.

La crisis política de los populares en Santiago marcó un punto de inflexión en su carrera política. Gracias a que cerraba la lista municipal de la ciudad, en 2014 asumió la Alcaldía tras las dimisiones de dos regidores populares en el mismo mandato por escándalos judiciales. Pero en 2015 resultó derrotado por la marea de Martiño Noriega y en mayo, por el regreso del socialista Xosé Sánchez Bugallo.

El conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, certificó la apuesta por Hernández, si bien aseguró que consultará a las entidades con presencia en el órgano.

La oposición arremetió contra el uso partidista de las instituciones por parte del PP. El líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, acusó a los populares de "usar" el CES para "colocar a amigos que pierden elecciones". "Primero colocó a Corina [Porro], que perdió en Vigo; ahora coloca a Agustín Hernández, que acaba de recibir una nueva derrota electoral en Santiago, no tiene el perfil técnico y profesional adecuado, y no pasó el duelo necesario tras su etapa política y de las derrotas en Santiago. Feijóo usa a la Xunta con los fines partidistas que interesan al PP", cargó.

Manuel Lago, portavoz del grupo parlamentario En Marea, incidió en el mismo argumento, denunciando que Feijóo "coloca a personas de su partido para que tengan un empleo, un salario y estatus de poder".

La nacionalista Ana Pontón reclamó para el CES "personas con un perfil más social y no tan orgánico". "No hay nada de respeto al CES", lamentó Luís Villares, del grupo mixto.