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Las alertas por productos farmacéuticos defectuosos se disparan un 64% en un año

La Agencia Estatal del Medicamento avisó este año a las comunidades de 74 artículos con fallos de calidad o seguridad

Cajas de Valsartán, que tuvieron que ser retiradas. // FdV

Una equivocación al comercializar como omeprazol un fármaco para el tratamiento de alopecia ha afectado al menos a 17 bebés a los que le ha crecido pelo por todo el cuerpo. No es el único riesgo detectado en la venta de productos farmacéuticos en España. Una muleta con un mango que se rompe, reacciones adversas en un fármaco contra la psoriasis, fallos en la calidad de un antidepresivo o un andador que puede volcar, entre otros, se suman a la lista. Cada vez son más las alertas que la Agencia Estatal del Medicamento traslada a las comunidades autónomas sobre productos farmacéuticos defectuosos. Solo este año se han lanzado 74 avisos, un 64 por ciento más que durante el mismo periodo del año anterior, según los datos recogidos por el Servicio Galego de Saúde (Sergas). Los farmacéuticos lo achacan al abaratamiento de los costes de los medicamentos, que está repercutiendo en una menor calidad de los mismos.

La alerta se emite a nivel nacional y después corresponde a la Consellería de Sanidade comprobar si los artículos o lotes defectuosos se comercializaron en Galicia y, en ese caso, intervenir para evitar daños al paciente. Afortunadamente ninguna de las falsas cajas de omeprazol para bebés distribuidas por un laboratorio de Málaga llegó a la comunidad autónoma. Sin embargo, las farmacias gallegas sí tuvieron que retirar, por ejemplo, lotes de Valsartán, un medicamento contra la presión arterial, al detectarse impurezas probablemente cancerígenas en su composición.

Las alertas se han disparado en España. Entre enero y agosto de 2016 se dieron avisos que afectaban a 54 artículos farmacéuticos, en el mismo periodo de 2017 fueron 52, en 2018 se contabilizaron en los ocho primeros meses del año 45 y en 2019 la cifra ha crecido hasta los 74 casos.

Cuando se detecta un producto sanitario o un medicamento que puede entrañar riesgos para el paciente, se pueden adoptar varias medidas. Así, se ordenó la retirada de una treintena de productos, se inmovilizaron cautelarmente otros tres y se suspendió la comercialización de doce más. En el resto de los casos, el problema se soluciona alertando al paciente para que tome precauciones o corrigiendo los defectos que se detectaron.

Por ejemplo, en el caso del andador de marca Rolator en el que se alertó de problemas de seguridad pues podían volcar, se aconsejó a los usuarios que acudiesen al establecimiento donde los compraron para cambiar la empuñadura.

También se comprobó que los productos de nutrición parenteral para neonatos, que se venden en farmacias pero que también se suministran en los hospitales, podían provocar efectos adversos en los bebés si quedaban expuestos a la luz. La Agencia Estatal del Medicamento recomienda, por lo tanto, que cuando vayan a administrase a neonatos o niños menores de dos años de edad se protejan de la luz, desde la preparación hasta que se finalice la administración.

Además de los problemas de seguridad y calidad se dieron cuatro avisos por productos comercializados ilegalmente: se trata de un desfibrilador, accesorios para un nebulizador (dispositivo para suministrar medicamento inhalados) y varios complementos alimenticios.

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