Un avión que partía esta mañana de Madrid con dirección Quito (Ecuador) ha tenido que modificar su ruta para aterrizar en el aeropuerto de Lavacolla (Santiago de Compostelamodificar su ruta para aterrizar en el aeropuerto de Lavacolla (Santiago de Compostela) por los problemas de salud de uno de los pasajeros. En la capital gallega, le esperaba una ambulancia. Este tipo de situaciones no son habituales, la mayoría de los imprevistos médicos se solucionan en tránsito.

La aeronave, un Airbus A340-642 con capacidad para 359 pasajeros, de la compañía Iberia (matrícula EC-KZI), se vio obligada a corregir su trayecto a las dos horas y diez minutos de despegar, en medio del océano Atlántico, tras comprobar que uno de los viajeros sufría una complicación renal. El afectado manifestó que llevaba al menos un día sin tomar su medicación, según Daniel Zamit, del sindicato de controladores USCA (Unión Sindical de Controladores Aéreos), quien traslada a FARO la información comunicada por el comandante.

Tres médicos que iban a bordo previeron que el enfermo "no llegaba al otro lado" en esas condiciones y se tomó la única solución posible, a pesar del exceso de peso por la gran cantidad de carburante -necesaria para un vuelo trasoceánico-: "Se decidió entonces viajar a baja altura y muy despacio para quemar combustible y poder aterrizar con el peso adecuado", puntualiza Zamit.

El avión salía a las 11.50 h (hora española) desde Madrid para, ya fuera de la Península, dar la vuelta a Galicia. Retomaba finalmente su camino hacia el aeropuerto internacional Mariscal Sucre a las 14.07 h en un trayecto cronometrado en cerca de diez horas, según ha informado Controladores Aéreos en su cuenta de Twitter.

Una situación excepcional

Una situación excepcional

"El 99% de los casos no son graves" cuando hay un contratiempo sanitario a bordo y, por lo tanto, el aeroplano puede continuar su planificación prevista, cuenta a FARO un piloto vigués de Iberia.

Los aviones no cuentan con un equipo de galenos, sino que se confía en que siempre vaya algún pasajero que sí lo sea: "Por experiencia, siempre hay muchos médicos a bordo, no uno ni dos", continúa el profesional. En el momento en el que se encienden las alarmas, se avisa a uno de ellos, "una vez acreditado", y es este el encargado de "determinar la gravedad de la situación". Si se trata de una emergencia -un infarto, por ejemplo-, se le comunica al comandante y es entonces cuando se dictamina la orden de girar la nave hacia "el aeropuerto más cercano y conveniente".

En caso contrario, algo que a este aviador "nunca" le ha pasado, "uno determina en función de su propio criterio": "Ante la duda, te desvías".

Los aeroplanos, habitualmente, vienen equipados "con dos EMK (Emergency Medical Kit), que son dos botiquines: uno puede ser abierto por la tripulación, el que tiene material habitual de primeros auxilios", pero hay un segundo "que solo puede ser abierto por un médico, ya que lleva otro tipo de medicinas más fuertes". También incluye desfibrilador y "la dotación auxiliar de vuelo está instruida para utilizarlo", explica el aeronauta gallego.

"Yo he tenido dos casos médicos esta noche y no pasó absolutamente nada, pudimos continuar nuestro vuelo, pero hacía meses que no me pasaba nada", recuerda.

Un cólico y una lesión cervical ha sido la factura de hoy, a esta última damnificada "le dieron un relajante muscular" y se le reubicó "a primera clase para que estuviera más cómoda y acompañada por la doctora".

Un panorama como los descritos no supone una complicación real para los pilotos, pues su día a día conlleva observar de forma constante todos los puntos alternativos": "Cada media hora o cada hora, vamos viendo la meteorología y cómo están los aeoródromos por lo que pueda pasar".

"En medio del Atlántico, para las rutas a Centroamérica, el más cercano es el de Lajes, en las islas Azores, y hacia adelante son las Bermudas, pero no estaba disponible", relata el vigués desde México. Para Norteamérica, "el Halifax Stanfield o el Saint John de Canadá; y para Sudamérica, la isla de Sal en Cabo Verde o Recife en Brasil", concluye.