"Yo trabajé porque en mi casa no éramos ricos, y había que ayudar lo que se pudiera", explica Dolores Agra, la jubilada gallega que ostenta el récord de cotización en España. Aún habiendo sido entrevistada en las últimas semanas por múltiples medios -ayer lo hicieron dos televisiones estatales- esta coruñesa sigue diciendo que no cree que trabajar sea ningún mérito, pues en su caso destaca que ella ha seguido con el negocio porque se encuentra bien y la salud la sigue acompañando.

Después de pasar 64 años detrás del mostrador, Dolores se jubila y deja su negocio, Lencería Marta, en manos de su hijo Ricardo, una historia que dio a conocer este periódico y que en solo seis días ha dado la vuelta a España. A los catorce años empezó a trabajar en una mercería en el centro de A Coruña, que evolucionó al ámbito de la lencería. En 1980 se decidió a abrir su propia tienda, situada al inicio de la avenida de A Pasaxe, en el barrio de Os Castros, dedicada también a la lencería femenina, que ha ido ampliando su catálogo los últimos años añadiendo artículos para hombre.

Cuando esta coruñesa comenzó a trabajar lo hizo para colaborar en su casa económicamente, y señala que en sus inicios cobraba tan solo 150 pesetas al mes, que al cambio no llega ni a un euro. Trabajar no me causó ningún problema, además tuve una familia que me ayudó y apoyó mucho; mis hijos estaban como príncipes, resalta .

El 29 de septiembre de 2016 Dolores recibió la medalla al Mérito en el Trabajo en un acto celebrado en Madrid, al que estuvo a punto de no acudir porque es una mujer muy normal, según se define, pero finalmente sus hijos la convencieron. Con este galardón se premiaron los 61 años que llevaba cotizados, que en 2019 ya alcanzan los 64.

Agra ha aceptado todas las entrevistas que han querido hacerle, sin embargo, señala que es muy tímida y que no le gusta salir en los medios. "Yo a nadie le digo que no, pero a mí no me interesa, no me he querido ver en la tele, ni en los periódicos solo en el vuestro, donde me vi muy bien, muy natural, muy yo", destaca. Actualmente el establecimiento se encuentra en liquidación ante la inminente jubilación de Dolores. En febrero de este año cogió la modalidad de jubilación activa, la cual le ha permitido seguir trabajando en el negocio, mantenerlo a su nombre y a su vez seguir cotizando.

Ricardo, hijo de Dolores, confirma que cerrarán la tienda a final de año aproximadamente, una vez acaben de liquidar toda la mercancía, y será cuando su madre se retire oficialmente. Tras el cierre del establecimiento prevén que este se mantendrá inactivo durante unos meses hasta que Ricardo decida coger las riendas, y posiblemente orientarlo hacia otros ámbitos, quizá cara la venta de productos exclusivamente para hombre. Por el momento madre e hijo continúan en Lencería Marta liquidando las existencias. Ahora tengo mucha clientela, sobre todo muchas amigas, y estos días con la liquidación está viniendo mucha gente, explica Dolores, a la vez que destaca que en cierta medida echará de menos ir a la tienda.