"Son muchos los casos de maltrato infantil que quedan en el anonimato", advierte la Xunta, hasta el punto de que la Consellería de Política Social considera que, pese a los avences en la concienciación sobre este problema, "siguen siendo muchos más" los casos "ocultos". El llamamiento desde la Administración a "notificar" a los servicios de atención a la infancia la existencia de una situación de riesgo o de desprotección para los niños -la mayor parte de las veces negligencias, según los datos estatales- no parece haber caído en saco roto: en el último lustro, las comunicaciones de sospecha de maltrato se han disparado más de un 40%, sobre todo los avisos asociados a situaciones de carácter "grave".
Así lo permiten constatar las estadísticas de la Consellería de Política Social relativas a la Línea de Ayuda a la Infancia, un servicio permanente y gratuito que recibe este tipo de avisos y que facilita también información y asesoramiento sobre otros problemas vinculados al mundo de los más pequeños de la casa. En concreto, la Xunta especifica que durante 2018 este número recibió un total de 155 llamadas de "comunicación de sospecha de maltrato", cuando en 2013 la cifra ascendió a 110.
Además, Política Social desgrana estas llamadas según la gravedad del caso relatado a sus profesionales y donde se produce un aumento más acusado es en las posibles situaciones "graves", que pasan de las 21 de hace cinco años a las 38, un incremento de casi el 81%. En otros 67 supuestos, el maltrato tendría carácter moderado, mientras que el leve afectaría a medio centenar de niños.
Explica la Xunta que la primera actuación de los servicios sociales ante la comunicación de un caso de maltrato es "constatar si efectivamente responde a un maltrato real y, en este caso, su gravedad y la urgencia de la intervención". Si es de carácter leve o moderado, indica en su web, "se establecerá un plan de intervención con la familia, trabajando diversos aspectos educativos, psicológicos, sociales, etc, en función de las necesidades". De valorarse el maltrato como grave, añade que "se adoptará la medida de protección correspondiente, se pondrán los hechos en conocimiento del Ministerio Fiscal y se prestará la atención terapéutica idónea", al margen de poder implementar un plan de intervención.
En todo caso, el teléfono sigue siendo un medio mayoritario para notificar la sospecha de que puedan existir estas situaciones, aunque la Xunta intenta potenciar una herramienta, el Registro Unificado de Maltrato Infantil, puesta a disposición de los docentes, que están en contacto con los menores buena parte del año. Sin embargo, al menos en 2017, su uso fue reducido, con una decena de notificaciones.
El aumento del traslado de este tipo de sospechas se produce en un contexto de ligero descenso del número total de llamadas a Línea de Ayuda a la Infancia. En total, a Política Social le constan 1.386 contactos desde Galicia a ese teléfono, cuando cinco años atrás eran 1.432. Las denuncias por supuesto maltrato son la tercera razón por la que más personas llaman. Quienes contactan con el número de ayuda a la infancia suelen buscar información (471 llamadas) o asesoramiento (235). La mayor parte de denuncias o dudas que llegan mediante esta línea se resuelven en atención directa, pero en 320 ocasiones se derivaron al Equipo Técnico de Menores.
