En el vestuario de un equipo de fútbol de Primera División Autonómica, la mayoría de jugadores consulta en sus teléfonos móviles las webs de apuestas deportivas durante los descansos, según reconoce un directivo del club, que aclara desconocer si alguno tiene intereses económicos en los partidos que juega y sostiene que nunca ha percibido ninguna conducta sospechosa entre ellos. Sospechas de posibles amaños fueron las que motivaron en mayo el arresto de varios futbolistas y exfutbolistas dentro de una operación contra los amaños deportivos. La Xunta también quiere castigar esas conductas cuando afecten a las apuestas realizadas en Galicia, por lo que los castigos a todos los implicados en el intento de alterar una competición deportiva u otro evento objeto de puja en un juego de azar podrán alcanzar los 600.000 euros.
El borrador de la futura Lei do Xogo, que sustituirá la norma vigente desde 1985, establece el máximo castigo para esas irregularidades, equiparándolas a permitir que apuesten menores de edad, carecer de controles de acceso en salones de azar o el trucaje de terminales de apuestas, tragaperras o ruletas. La multa será aplicada a todos los implicados y oscilará entre 18.001 y 100.000 euros, aunque "podrá elevarse a 600.000 en el caso de reincidencia o según las cuantías jugadas, beneficios obtenidos o incidencia social".
Será una infracción muy grave "la participación directa como personas jugadoras o por medio de terceras personas de quien intervenga en el evento objeto del juego o de la apuesta, que puedan influir en el resultado de dicho acontecimiento", detalla el artículo 45. También lo será "la manipulación o alteración de los juegos, apuestas, competiciones o sistemas de juego previamente homologados tendentes a alterar la distribución de premios y porcentajes establecidos para el juego o para la apuesta".
Al castigo económico se podrán añadir la anulación definitiva o durante dos años de los permisos para explotar este negocio, el cierre de establecimientos y la inhabilitación de sus titulares durante un máximo de dos años y la incautación y destrucción de la maquinaria trucada.
En cambio, el borrador elimina de las infracciones muy graves superar el tope de máquinas de apuestas instaladas y rebaja de grave a leve desconectar una terminal en horario de funcionamiento. La multa pasa de entre 3.001 y 18.000 euros a entre 100 y 3.000.
La normativa, cuya entrada en vigor se prevé para finales de año o principios del próximo, adaptará la legislación a la revolución que han supuesto el juego online y las apuestas deportivas, que operan en Galicia desde 2013. Estas últimas movieron hace dos ejercicios 146 millones de euros, según el Anuario del Juego de Codere. De acuerdo con el Gobierno central, las apuestas de los gallegos en juegos presenciales (apuestas deportivas en bares o tiendas, lotería, bingos, casinos o tragaperras) superaron los 1.400 millones.
Obligará a los locales de hostelería a disponer de controles remotos para activar las máquinas de apuestas y las tragaperras, so pena de multas de 3.001 a 18.000 euros.
El límite del parque de tragaperras se rebajará en un millar hasta 12.427 -4.000 más de las que operan ahora- y se fijarán 300 metros de distancia obligatoria entre locales de juego y colegios, salvo para negocios ya existentes, entre otras novedades.
