Cientos de vehículos procedentes de Portugal traspasaron la raia de forma masivaraia desde finales de la semana pasada para llevar sus depósitos de combustible y sortear así la escasez existente en su país como consecuencia de la huelga de transportistas de este tipo de mercancías, que se inició ayer por un período indefinido. Estaciones de surtido de localidades como Tui o Salvaterra do Miño reconocían el gran incremento de actividad por este motivo e incluso algunas de ellas agotaron sus depósitos el domingo y tuvieron que rellenarlos ayer.
El conflicto laboral de los transportistas de mercancías lusos ha provocado una escasez de combustible de tal magnitud que el Gobierno decretó el pasado viernes la existencia de una crisis energética e impuso unos servicios mínimos de entre el 50% y el 100% por un período que se extiende al menos hasta el día 21, a no ser que el paro finalice antes.
Ante el caos en el país, el Gobierno portugués intervino la huelga de transportistas y movilizó a militares y agentes de seguridad para conducir camiones cisterna con combustible después de constatar que no se cumplieron los servicios mínimos en el primer día del paro. La decisión fue tomada en un consejo de ministros extraordinario al final de la tarde, de ayer en el que se acordó intervenir solo en las áreas donde se están incumpliendo los mínimos: el suministro en el sur del país, los aeropuertos, la red de puestos de abastecimiento de emergencia y las unidades autónomas de gas natural.
El sindicato de transportistas de materias peligrosas anunció que incumplirían los servicios mínimos al denunciar que algunos de estos comenzaron a funcionar una hora antes del inicio del paro y que algunos conductores "están siendo amenazados para ir a trabajar" y en algunos casos "sobornados" con ofertas de 1.200 euros para trabajar durante la huelga por parte de los empresarios, según declaró su portavoz, Pedro Pardal Henriques.
El Ejecutivo portugués estableció una Rede de Emergencia de Postos de Abastecemento de Combustiveis (REPA) de 374 estaciones. De ellas, 54 están obligadas a permanecer abiertas, surtiendo únicamente a vehículos de emergencia, transporte público o cuerpos de seguridad. En otras 320, los particulares podrán comprar hasta 15 litros de gasolina o diésel, límite que en el resto de la red lusa, de casi 3.000 negocios, es de 25 para transporte ligero y 100 para el pesado.
Largas colas para repostar en la gsolinera de Tui // J. LORES
Ayer por la tarde, medio millar de gasolineras lusas habían agotado todos los tipos de combustible de que disponían y otro tanto solo contaba con reservas de alguno de ellos. El 65% de la red disponía de reservas, según las estadísticas publicadas por la web Já não Dá para Abastecer.
El origen de este segundo paro tras el convocado en abril es la reclamación de mejoras salariales por parte de los transportistas, que, entre otras cuestiones, exigen un aumento de 630 euros de sueldo en tres años.
Como sucedió hace cuatro meses, la afluencia de conductores lusos a las gasolineras gallegas más cercanas aumentó, generando colas en surtidores de Tui y Salvaterra durante el día de ayer, según las fuentes consultadas por este diario. Esas retenciones también se produjeron en Huelva, según comunicó ayer la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM).
Sin embargo, el sector gallego destaca un impacto más progresivo respecto a la huelga de abril. "La afluencia aumentó bastante desde finales de la semana pasada y el domingo nos quedamos sin combustible, por lo que tuvimos que recargar", explica la responsable de una gasolinera de Tui. "La llegada de coches desde Portugal se adelantó respecto a lo que sucedió en abril. Vinieron antes para llenar el depósito y no esperaron a la última hora", añade.
