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La Xunta impone cinco sanciones al mes en materia de juego a bares, salones o bingos

Hubo trece multas por dejar jugar o apostar a menores con una cuantía de 18.000 euros cada una - La mayoría de las infracciones se registran en locales de hostelería

Un hombre mete monedas en una tragaperras. // Victor Echave

La Xunta impuso 120 sanciones en los dos últimos años a locales de hostelería, salones, bingos o casinos por irregularidades en materia de juego. Son unas cinco de media cada mes. La cuantía de las multas se elevó a más de 610.000 euros. Entre los motivos de infracción se incluyen desde bares que no tienen autorización para disponer de máquinas de apuestas o tragaperras o bien no tienen la documentación en regla hasta organizar partidas de póker o bingos sin permiso. Los expedientes sancionadores por dejar apostar a menores fueron solo trece desde 2017. Este tipo de infracciones, que se consideran graves, están castigadas con multas de 18.000 euros.

En todo caso, la Consellería de Presidencia está tramitando ahora mismo una nueva Lei do Xogo, que endurecerá los controles para evitar que los menores jueguen o apuesten. Así, por ejemplo, esta nueva normativa obligará a instalar en los bares un control remoto en las máquinas deportivas y las tragaperras similar al que ya existe con los dispensadores de tabaco. También se baraja ampliar de 150 a 300 metros la distancia de las nuevas salas de juego con respecto a los centros escolares.

Las sanciones por irregularidades en materia de juego bajaron el pasado año. Tras las 75 impuestas en 2017 el pasado año los expedientes sancionadores se redujeron a 45. Y, acorde con estas cifra, también disminuyó el importe de las multas. Hace dos años la penalización económica ascendió a 465.000 euros, mientras que en 2018 fue de 147.000.

Cuando se trata de infracciones leves el expediente se resuelve con un simple apercibimiento. Así, de las 120 sanciones impuestas en los dos últimos años, el 40 por ciento se resolvió sin multa.

Son los locales de hostelería los que concentran la mayoría de las infracciones: un total de 93 de las 120 castigadas desde 2017. Mientras, se impusieron 18 sanciones a salones de juego, cuatro a bingos, una a un casino y otra a un centro de ocio.

Pero también se ha sancionado en la vía publica. El pasado año hubo un apercibimiento por publicitar un bingo en la calle, cuando no está permitido. Y la otra infracción, que sí acarreó multa (18.000 euros), fue por vender cupones sin autorización.

Además se abrió expediente sancionador a una asociación de vecinos por realizar un bingo sin autorización, aunque se resolvió el caso sin multa.

En cuanto a los menores, en 2017 se registraron 11 infracciones, la mayoría fueron a salones por permitir que en su interior hubiese menores jugando. En 2018 hubo otras dos multas por el mismo motivo, a la que se sumó un apercibimiento por permitir la entrada de un chaval menor de edad a un salón de juegos.

La tramitación de la nueva normativa sobre el juego está siendo complicada. Por un lado, padres, asociaciones de exludópatas y expertos presionan a la Xunta para que endurezca el borrador de ley. La Consellería de Presidencia ha aceptado buena parte de sus alegaciones, pero esto ha suscitado el rechazo de los hosteleros y de la Asociación Gallega de Empresas Operadoras que ha advertido que la obligación de instalar un control remoto a las máquinas será la "ruina del sector".

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