Un parque nacional, seis parques naturales, seis reservas de la Bioesfera, cinco humedales, dos paisajes protegidos y más de 70 espacios considerados de Especial Protección por sus valores naturales son algunas de las distinciones que reconocen la riqueza natural de Galicia. La geografía gallega ocupa una extensión de casi tres millones de hectáreas de las que 358.984 gozan de algún tipo de protección ambiental, lo que supone el 12% del territorio. La práctica totalidad de los espacios protegidos cuentan con Plan de Ordenacion de Recursos Naturales, pero solo el 8% cuenta con Plan Rector de Uso y Xestión (PRUX). Son 30.123 hectáreas de las casi 360.000 protegidas. La cifra se mantiene inamovible hasta 2016, pero ese dato podría incrementarse este ejercicio y sumar 49.400 hectáreas si los planes de uso de los seis parques entran en vigor en el plazo previsto. Por tanto, si la superficie actual amparada con planes de uso supone apenas el 8% respecto a las áreas protegidas podría llegar a representar más de la quinta parte de la extensión de los espacios protegidos y alcanzar las 79.500 hectáreas.

El Parque Nacional de las islas Atlánticas, que como parque nacional ostenta la protección más elevada, es uno de los enclaves que ya cuenta con su PRUX desde febrero para sus 8.840 hectáreas. El documento incluye medidas como la implantación de un cupo máximo de 1.300 visitantes diarios a la isla de Ons, el primer plan de emergencia y autoprotección del parque e iniciativas para "mantener" la actividad pesquera tradicional en la zona a través de la eliminación de especies invasoras.

Los siguientes serán O Invernadoiro (de unas 5.700 hectáreas) y A Serra da Enciña da Lastra, ambos en Ourense. En el PRUX de O Invernadoiro, el departamento autonómico ampliará hasta 200 personas el número de visitantes que podrán acceder al parque natural, con el objetivo de facilitar que grupos con intereses educativos o científicos puedan realizar sus estudios sobre este espacio ubicado en el concello de Vilariño de Conso, que también contará con un plan de emergencias.

El borrador del plan rector del plan de usos del Parque Natural de Corrubedo e Lagoas de Carregal e Vixán, un enclave de 996 hectáreas famoso por sus dunas y situado en el concello coruñés de Ribeira, es objeto de participación pública.

A finales del año pasado, el monte Aloia, el parque natural más antiguo de Galicia cumplía 40 años desde su declaración, y Medio Ambiente puso a exposición pública su proyecto al que hasta enero entidades, instituciones y ciudadanos pudieron presentar sus alegaciones. Cada ejercicio aumentan las visitas al parque, el más pequeño de Galicia con 746 hectáreas, ya que el año pasado logró atraer a unas 35.000 personas, un 14,5% más que el ejercicio anterior.

En el parque Baixa Limia-Serra do Xurés, el de mayor extensión de Galicia con sus 30.000 hectáreas y que conmemoró el año pasado su 25 aniversario, la Xunta también arrancó en 2018 los trámites al publicar el anuncio por el que se somete a participación pública el documento para actualizar el escrito de 2009. Pero en este caso, tanto por su extensión como por la concentración de propietarios particulares el proceso va más lento.

Algo similar ocurre en As Fragas do Eume, donde las gestiones también avanzan a menor ritmo. En enero del año pasado la Xunta abrió un plazo para que los interesados aportasen sus sugerencias al borrador inicial y las críticas llegaron al punto de que los propietarios reclamaron que se cancelara el texto por no contar con su participación en la elaboración.

En la recta final de 2018, el Gobierno gallego optó por reconducir la situación con una ronda de contactos con los sectores implicados para lanzar el documento que la ley exige para la protección del enclave natural de 9.125 hectáreas y confía que, al igual que en los otros cinco parques gallegos, el PRUX sea una realidad este 2019.

Desde el departamento que dirige la conselleira Ángeles Vázquez cuentan que en el resto de las categorías de espacios protegidos se trabaja en la aprobación de planes de conservación.