El gasto medio de los hogares gallegos aumentó apenas un 1,1% en 2018 con respecto al año anterior, hasta situarse en 27.257 euros. Pero sigue siendo una cifra inferior a los niveles previos a la crisis. Concretamente, los presupuestos familiares se mueven en cantidades un 9,3% por debajo de los valores medios alcanzados en 2008, que eran de 30.040 euros. Ahora se gasta menos en alimentos, bebidas, ropa, calzado, mobiliario, ocio o transporte, pero hay un capítulo en el que los costes no han dejado de subir ni durante la crisis. Es el de la educación. Cada familia le ha dedicado a la enseñanza en 2018 algo más de 317 euros, pero resulta que es un 46% superior a lo que destinaban hace una década, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Este gasto no ha parado de subir, marcando el pasado año la cifra más alta de la serie histórica. En 2008 cada hogar invertía en la enseñanza 217 euros. Ahora son 100 más, de los que la parte más importante corresponde a la educación universitaria, llevándose 132 euros. A Infantil y Primaria se destinan casi 82 euros, a Secundaria y otros estudios postobligatoria pero no superiores 57,5 euros, y el resto, algo más de 46 euros, para enseñanza sin definir el nivel al que pertenece el alumno. En total, las familias gallegas se dejan en matrículas, uniformes, libros, material escolar o alquileres para que vivan los hijos durante el curso casi 347 millones de euros al año. Son 127 más que una década antes.

Otros apartados del gasto de los hogares también han subido, pero no tanto. Como el dinero destinado a pagar la vivienda, el agua, la electricidad o el agua (un 12% desde 2008 para alcanzar los 7.744 euros), o la sanidad (un 4,1% para llegar a 1.008 euros), pero por lo general, el esfuerzo sigue estando por debajo del vigente antes de la doble crisis económica.

Así, a alimentación y bebidas no alcohólicas las familias gallegas dedican de media 4.260 euros, lo que resulta un 19,5% inferior a la situación de hace diez años. También se recortó un 25% el gasto en ropa y calzado (1.544 euros por hogar), un 27% el mobiliario y artículos de decoración (1.205 euros) o un 20% el dinero destinado a ocio y cultura (1.375).

En cuanto al gasto por persona, Galicia cerró 2018 con 11.119 euros, siendo la séptima comunidad con menor presupuesto y situándose 7,5 puntos por debajo de la media nacional. A la cabeza figura País Vasco, con 14.406 euros al año, seguida de Navarra con 14.039 y Madrid con 14.021. En el polo opuesto, el menor gasto corresponde a Canarias, con 9.495 euros, seguida de Extremadura (9.521) y Castilla-La Mancha (10.031).

En relación a la situación laboral, el mayor gasto en 2018 (33.717 euros por hogar) correspondió a los hogares españoles cuyo sustentador principal estaba ocupado, con un gasto un 12,9% superior a la media y un 2,1% por encima del registrado en 2017. Por su parte, los hogares que registraron un menor gasto fueron aquellos cuyo sustentador principal estaba parado (17.508 euros), valor que se situó un 41,4% por debajo de la media, pero registró un aumento del 1,2% respecto a 2017.

Por su parte, los hogares cuyo sustentador principal era un jubilado o un prejubilado elevaron un 2,6% su gasto medio en 2018, hasta los 27.165 euros, mientras que los hogares sustentados por otros inactivos (estudiantes, por ejemplo) gastaron 19.435 euros de media, un 2,7% más, el mayor aumento de todos.