La asociación Hostelería de España se manifestó ayer en contra de instalar, como prevé la futura Lei do Xogo de Galicia, un control remoto para activar las tragaperras y las máquinas de apuestas con el objeto de redoblar el esfuerzo para bloquear el acceso de los menores de edad a estos juegos.

Este pronunciamiento se produce después de que los hosteleros gallegos aceptaran, aunque con un mal menor, la implantación de un mando a distancia similar al que ya existe en las expendedoras de tabaco. Pero Hostelería de España, con sede en Madrid, rechaza de plano la propuesta legal. "Hasta la fecha, el control de edad ha sido llevado a cabo por el hosteleros con éxito, ya que somos empresarios responsables y conscientes de la normativa. Por tanto, no creemos necesaria dicha medida. No aportará mayor control pero, de llevarse a cabo, creemos que no debería aplicarse a las tragaperras y sí, en todo caso, un mecanismo autónomo en las máquinas de apuestas", se recoge en un comunicado distribuido ayer.

Añade la asociación que las tragaperras llevan 40 años instaladas en los bares españoles y que están totalmente aceptada socialmente, si bien están perdiendo interés y además "resultan de nulo interés para los menores". Y que la implantación de un control remoto afectaría a los clientes y "entorpecería la dinámica propia del hostelero" al tener que estar pendiente de otro dispositivo como el que ya está operativo para las dispensadoras de tabaco.