El fiscal superior de Galicia, Fernando Suanzes, firmó hoy un convenio de colaboración con los colegios oficiales de médicos de las cuatro provincias gallegas para agilizar los procedimientos en las denuncias de agresiones a profesionales sanitarios, de forma que la Fiscalía podrá actuar de forma más directa y tendrá una nueva coordinación con la policía.

El convenio establece un protocolo para facilitar la actuación inmediata en el caso de que se produzca un incidente violento contra un médico y poder “garantizar la eficacia en la investigación, persecución y el castigo de las correspondientes infracciones penales”, explicó Suanzes. El médico debe remitir el parte de lesiones si lo hubiese, o la documentación del caso, directamente al Colegio de Médicos y este órgano procederá a presentar una denuncia ante la Fiscalía territorial que corresponda para que el Ministerio Público abra las diligencias de investigación penal y, en el caso de que haya indicios de delito, llevar el caso al juzgado de instrucción.

Además, Suanzes indicó que “la Fiscalía se compromete a realizar un seguimiento particular una vez que se incoen diligencias por el órgano judicial” y que la nueva coordinación con la policía permitirá seguir cada caso de una manera “más adecuada”.

Este protocolo, añadió, se aplica a los médicos de la sanidad pública y también incluye un anexo para profesionales que trabajan en empresas privadas: el procedimiento sería similar, pero el alcance penal más limitado por no tener la condición de funcionario. También esta sería una diferencia con respecto a convenios parecidos que ya existen en Euskadi o Madrid.

En el acto, el presidente de los médicos pontevedreses, Luis Campos, destacó que “las circunstancias que llevan al incremento de estas agresiones” tienen que ver con “la crisis económica y los recortes que ha sufrido la Sanidad Pública”, porque ello supone masificación y mayores listas de espera que pueden propiciar conflictos.

Observatorio

Según el Observatorio contra las Agresiones a Médicos de la OMC de España, el año pasado se registraron 490 denuncias formales de violencia contra médicos en todo el territorio nacional y, de estos, el 51 % han sido por amenazas, el 35 % insultos y el 14 % lesiones. En Galicia, si se suman los enfermeros, las agresiones al personal sanitario el año pasado fueron 117.