Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Xunta obligará a instalar en los bares un control remoto para activar las tragaperras

También baraja ampliar de 150 a 300 metros la distancia de las nuevas salas de juego con respecto a los centros escolares

Un joven juega en una máquina de apuestas. // Bernabé / Javier Lalín

Un paso adelante, vuelta atrás y de nuevo un paso al frente. Esto es lo que ha hecho la Xunta con una de sus medidas propuestas para evitar que los menores jueguen en las máquinas de apuestas instaladas en bares y cafeterías. Primero se anunció que obligaría a los locales a contar con un mando a distancia para activarlas, igual que sucede con las expendedoras de tabaco. Sin embargo, en el borrador de la ley del juego no aparecía ninguna referencia al respecto, por lo que la situación se quedaba igual que estaba. Pero ahora el Gobierno gallego ha vuelto a retomar la medida y el control remoto no solo será obligatorio para activar las máquinas de apuestas, sino también para las tragaperras existentes.

Este nuevo cambio de criterio, para volver a la posición de partida, se lo comunicó la pasada semana el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el director xeral de Emerxencias e Interior, Santiago Villanueva, a los representantes de la Federación Provincial de Hostelería de Pontevedra, de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Lugo y de la Asociación de Cafeterías y Pubs de Pontevedra en una reunión mantenida en Vigo.

La propuesta no es del agrado del sector hostelero, pero acepta como "mal menor" la obligación de instalar un sistema de control remoto para activar las máquinas y así impedir que los menores de edad puedan acceder a ellas. "Es lo más pragmático", asume el presidente de la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería de Pontevedra (Feprohos), César Sánchez-Ballesteros.

Lo más sencillo parece la instalación de un mando a distancia -como ya funciona en los dispensadores de tabaco- si bien el sector considera que lo mejor sería un dispositivo automático -que por ejemplo, leyera el DNI-, o cualquiera otra tecnología que pueda aparecer. "Porque ahora, toda la responsabilidad recae en el hostelero", se queja.

En este sentido, el sector ha reclamado a la Xunta que en la nueva ley del juego se dé "amparo" a los propietarios de bares y cafeterías para que puedan solicitar con respaldo legal el DNI a las personas de las que sospechen que no cumplen la mayoría de edad. "No tenemos amparo legal para identificarlos", asegura Sánchez-Ballesteros.

El cambio de criterio sobre el control remoto de las tragaperras y las máquinas de apuestas se ha producido tras escuchar las alegaciones a la nueva Lei do Xogo.

Esa medida enfrentó a los miembros de la Comisión de Xogo y del grupo de trabajo específico sobre la nueva legislación. El sector rechazaba esa restricción por entender que limitaba la libertad del cliente, pese a que ya funciona en el caso del tabaco. Las asociaciones de ayuda a los ludópatas la defendían como un filtro más de seguridad no solo para los menores, sino para los dueños de bares y cafeterías. Si un menor de edad es cazado apostando en su local -sea por un descuido en la atención a la clientela, sea por desidia en la vigilancia-, el propietario será castigado con entre 18.001 y 100.000 euros.

De acuerdo con un estudio de la Universidade de Santiago dirigido por Antonio Rial Boubeta, unos 10.000 jóvenes de entre 12 y 17 años reconocen apostar dinero de forma habitual en la comunidad.

Mientras no se apruebe la ley del juego, la Xunta ha tomado otras medidas, como congelar la apertura de nuevos negocios, fijando en 118 salones de juego (97 en funcionamiento y 21 en tramitación) y 41 salas de apuestas los locales permitidos en Galicia, así como los permisos para abrir bingos, que no excederán de los 12 actuales.

En su ronda de contactos con diversos colectivos, la Xunta también escuchó a la Confederación Anas Galegas, que en un comunicado anunciaron que el Gobierno gallego, en otro cambio con respecto al borrador, ampliará de 150 a 300 metros la distancia de las nuevas salas de juegos con respecto a los colegios y que además la medición se hará forma radial, sin tener en cuenta el recorrido concreto. "Es una muy buena noticia", indicó el presidente de la confederación, Fernando Lacaci.

Compartir el artículo

stats