El alcalde de Becerreá, diputado no adscrito y fundador del partido Galicia Sempre, Manuel Martínez, dirá este lunes adiós a veinte años de trayectoria política en la Diputación de Lugo, tras un último mandato convulso, con su salida del grupo socialista, después de haber sido designado en su momento para presidir la institución.

En unas declaraciones aseguró que deja la institución provincial con un sentimiento de "satisfacción", porque "en todo momento" cumplió "con las obligaciones de un diputado provincial, más allá de que en el último mandato se produjesen "circunstancias extraordinarias y excepcionales" que derivaron en su divorcio con el Partido Socialista.

"Se me hizo la cama por parte de mis compañeros de una manera impresentable, por lo que hubo momentos desagradables y dolorosos. Aún así no me arrepiento de nada", añadió Martínez.

"Me marcho con la cabeza muy alta después de veinte años de trabajo, aunque me hubiese gustado que esta última etapa hubiese sido de otra manera", lamentó.

Martínez, que fue elegido por los militantes socialistas al principio del anterior mandato para ser presidente de la Diputación, no pudo tomar posesión del cargo por el veto del BNG a raíz de su imputación en una causa que posteriormente fue archivada, por lo que votó por sí mismo en el pleno de constitución de la corporación provincial y facilitó la llegada al poder de Elena Candia, del Partido Popular.

Posteriormente, llegó a un acuerdo con el grupo socialista y regresó a la disciplina del PSdeG para firmar una moción de censura que puso fin al mandato de Candia, tras cuatro meses como presidenta, y facilitó la formación de un nuevo gobierno provincial, en el que Martínez quedó como vicepresidente y responsable de Vías y Obras.

Con las relaciones entre el propio Martínez y sus compañeros muy deterioradas, acabó abandonando el PSdeG por segunda vez en el transcurso del pasado mandato y se quedó en la corporación provincial como diputado no adscrito.