La Xunta dio luz verde esta mañana a la nueva Lei de garantías de abastecemento en episodios de seca, que prevé reducir a la mitad las fugas de agua que se producen en las redes de abastecimiento. Según explicó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en la actualidad el 40 por ciento del agua se pierde por culpa del mal estado de las infraestructuras.

La Xunta obligará a los concellos a instalar medidores que midan el caudal en el punto de captación y en los puntos de suministro para disponer así de información precisa del volumen de agua que se pierde. Además deberán realizar una auditoría de sus infraestructuras hidráulicas. Dispondrán para ello de dos años de plazo. Y después de otro año más para ejecutar las obras necesarias para solucionar las deficiencias.

Consumos mínimos

Pasado ese plazo se gravará con el canon del agua a todos aquellos concellos que tengan pérdidas superiores al 20 por ciento. Además la ley establece que deberán eliminarse de los recibos los consumos mínimos por los que no se cobra. En caso de sequía cuando se tengan que realizar obras de emergencia se acortarán los plazos y se agilizarán las expropiaciones para solucionar el problema en el menor tiempo posible. Aunque la competencia de la gestión del agua es municipal, la Xunta podrá intervenir en un concello para garantizar el abastecimiento de agua.

La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, aclaró, en todo caso, que Galicia "afronta este verano en buenas condiciones" con unas reservas en los embalses por encima del ochenta por ciento.