Desde que la Xunta empezó en marzo del pasado año a inspeccionar las viviendas de uso turístico, solo se abrieron 53 expedientes sancionadores. Treinta de estos procedimientos ya se resolvieron, pero solo se impusieron multas a 17 propietarios. En el resto de los casos, el conflicto se resolvió después de que los dueños de los pisos corrigieran las anomalías denunciadas por los inspectores. La práctica totalidad de las irregularidades detectadas, un total de 45, eran viviendas turísticas que operaban de forma ilegal. Solo un grupo reducido de las multas fueron motivadas por incumplir los requisitos exigidos o eludir la prestación de servicios acordados.

Las sanciones para los propietarios de viviendas de uso turístico que no se hayan dado de alta están recogidas en la Lei de Turismo de Galicia. Pueden ser leves (el apercibimiento puede alcanzar los 300 euros) o graves, como prestar servizo sin autorización turística (de 900 a 9.000 euros). La reincidencia incluye sanciones de hasta 90.000 euros. La Xunta aclara que la finalidad no es sancionar, sino que antes se le reitera la obligación de registrarse.

Y todos los expedientes sancionadores fueron abiertos a raíz de las inspecciones realizadas por la Xunta. No se abrió ninguna investigación motivada por las denuncias de particulares, lo que para la Consellería de Cultura e Turismo es señal de que la implantación de estos pisos turísticos en la comunidad no está generando conflictividad ni problemas.

De hecho, la Xunta defiende que la proliferación de las viviendas de uso turístico -se han registrado en dos años 8.541 en toda Galicia- no ha perjudicado al resto de establecimientos hosteleros. Así, el conselleiro de Cultura e Turismo, Román Rodríguez, argumenta que el número de viajeros alojados en hoteles, pensiones, apartamentos, cámpings y casas de turismo rural se ha incrementado en el primer cuatrimestre del año un 3,2 por ciento, las pernoctaciones subieron un 5 por ciento y la ocupación por habitación un 6,4 por ciento.

"Observamos, por tanto, que existe una correcta convivencia entre las viviendas de uso turístico y el resto de tipologías de alojamiento, un modelo por el que debemos seguir trabajando", declaró ayer Román Rodríguez.

Según el análisis del sector, realizado por la Xunta, el número de pisos turísticos en la comunidad autónoma representa solo el 0,53 por ciento del total de viviendas que hay en Galicia. Y la Consellería de Cultura e Turismo contrapone este dato a las cerca de 80.000 que funcionan en Cataluña.

Además el conselleiro descarta "achacar toda la situación" de subida en el precio de los alquileres a las viviendas de uso turístico. "Los alquileres están subiendo en toda España, que viene de una crisis", señaló la directora de la Axencia de Turismo de Galicia, Nava Castro.