Internet de las cosas, ciberseguridad, robótica, big data... El futuro ya está aquí y la Xunta quiere un mapa universitario "adaptado" a la realidad profesionales y empresarial del país, por lo que ha encargado a Feuga (Fundación Empresa Universidade Galega) que prepare un Catálogo de perfís profesionais do futuro que permite constatar cómo "más de la mitad" de los perfiles profesionales "que demandarán los sectores estratégicos gallegos en el medio plazo tendrán como base las competencias STEAM". No confundir con STEM. A estas, que son las siglas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas se incorporaría la "A" asociada a arte, creatividad y diseño.

Así lo explican desde la Consellería de Educación, que acogió esta mañana la presentación del informe de Feuga por su director, Javier Pereiro, junto con la responsable del ramo, Carmen Pomar, quien avanzó que, en una segunda fase del informe, que su autor prevé para mayo o junio del próximo año, se buscará trasladar esos roles a las titulaciones impartidas en el sistema universitario gallego.

Algunas se "redefinirán" y otras carreras nacerán, como ocurrirá ya el próximo curso con cuatro grados que se impartirán en las universidades de A Coruña y Santiago: grado en Ciencia e Ingeniería de Datos, grado en Creación Digital, Animación y Videojuegos, Grado en Robótica y Grado en Gestión Digital de Información.

Entre los roles profesionales que pone sobre la mesa el informe, tras consultar con más de 400 expertos y empresarios, estarían: arquitecto big data, científico de datos, experto en ciberseguridad, especialista en realidad extendida o en nanotecnología. En cuanto a roles específicos, considerados "muy críticos" para varios sectores estarían: biotecnólogo de alimentos, abogado tecnológico, especialista en cronicidad o experto en vehículos autónomos. Así hasta treinta roles.

Requisitos obligatorios

Lo que también ha puesto de manifiesto la investigación desarrollada por Feuga es que, además de competencias STEAM, harán falta lo que se denomina "competencias personales". Estas funcionarán, señaló la conselleira, como un elemento "diferencial" a la hora de determinar la empleabilidad de los futuros universitarios. Se refiere a trabajo en equipo, creatividad, inteligencia emocional o capacidad de adaptación a entornos cambiantes, por ejemplo.

Además, incidió que del informe se concluye que el inglés va a ser un requisito imprescindible para trabajar, no un simple mérito.