Una década después de que la crisis económica mundial golpease a España, el bolsillo de los hogares logra superar la renta de aquella época, recuperando el nivel de ingresos de 2009. La media estatal, sin embargo, oculta diferencias autonómicas, pues solo seis autonomías mejoran sus datos. Al frente de ellas se sitúa Galicia, cuyos ciudadanos obtuvieron el año pasado 11.239 euros de media, 1.213 más que el ejercicio en que el tsunami global arrasó la economía. Se trata de un crecimiento del 12%. De hecho, los gallegos son los únicos cuyas cuentas corrientes recibieron cada año de la última década siempre más dinero que en 2009.

La Encuesta de Condiciones de Vida elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) radiografía la situación de los hogares de todo el Estado, reflejando una mejora económica que no ha permitido a miles de familias superar las heridas causadas por la recesión internacional que generó la quiebra a finales de 2008 del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers.

Además de Galicia, Baleares, Canarias, Castilla y León, Cataluña y La Rioja registran mayores ingresos per cápita que en 2009, lo que genera un saldo positivo a nivel general. Por primera vez, los españoles superan el nivel de ingresos que tenían en 2009, aunque por exiguo margen: 94 euros. Según el INE, el año pasado alcanzaron los 11.412 por persona.

Sin embargo, las dificultades económicas siguen oscureciendo el presente y el futuro de miles de ciudadanos, a los que la recuperación macroeconómica no beneficia. El riesgo de pobreza, por ejemplo, se mantiene. En Galicia se sitúa en el 18,8% -unos 208.000 hogares-, una décima más que el año 2017 y casi dos puntos menos que en 2009. A nivel estatal, la estadística es peor, con un descenso de una décima hasta el 21,5%. Sin embargo, la encuesta muestra que en once autonomías el peligro de exclusión para sus ciudadanos aumenta.

En el caso de los problemas para llegar a fin mes y evitar los números rojos que comprometan su salud financiera, el 13,2% de hogares gallegos reconoce "dificultades" o "muchas dificultades". En esta última circunstancia, la estadística gallega es la cuarta menos abultada, tan solo por detrás de Aragón, Castilla y León y Euskadi.

Para muchos cuadrar cuentas en casa se limita a un ejercicio de supervivencia, alejados de gastos habituales para una parte de la población y un lujo para otra. El 45,6% de hogares gallegos no puede irse de vacaciones siquiera una semana al año, estadística solo empeorada por Andalucía (49,8%) y Extremadura (47,6%), según el INE. Ese dato supera en once puntos la media estatal (34,2%) y casi en siete el de 2017. Eso sí, el balance gallego se aleja de las estadísticas del inicio de la recesión, cuando el porcentaje era del 52%.

Además, al límite se encuentra casi una de cada cuatro familias de Galicia, pues el 23,1% reconoce su incapacidad para afrontar gastos imprevistos con sus ahorros, trece puntos menos que la media estatal.

A la hora de distribuir sus recursos, los gallegos parecen priorizar la vivienda, pues apenas el 4% afronta retrasos en pagos vinculados con ella, como la hipoteca, el alquiler o recibos como los del gas o el agua. Es el tercer porcentaje más bajo de España, cuya media alcanza el 7,3%, según las cifras del INE.