Los ayuntamientos gallegos emprendieron ayer un nuevo ciclo que acentúa el peso político de la izquierda en Galicia, a pesar del batacazo de las Mareas, por la recuperación del PSOE que registró, en las últimas elecciones, un empate técnico con el PP en cuanto a número de votos y apoyo electoral. Este refuerzo de los socialistas les permite hacerse con el bastón de mando en cinco de las siete de las ciudades, con Vigo como joya de la corona y la abultadísima mayoría absoluta de Abel Caballero. Completa la pareja de ases la recuperación para el PSOE de la alcaldía de A Coruña, el segundo municipio con más población de la comunidad. Por contra, el PP se queda sin poder urbano. Por primer vez desde que Alberto Núñez Feijóo asumió la presidencia de la Xunta hace diez años, el partido no gobernará en ninguna de las ciudades.

Una circunstancia de mayor calado político que el meramente municipal, dado que Galicia afrontará el próximo año elecciones autonómicas, salvo que Feijóo decida no agotar la legislatura y anticipar los comicios. Y el PP lleva dos elecciones seguidas, las generales y las municipales -conjuntamente con las europeas- viendo como la izquierda no solo recorta diferencias con el los populares, sino que incluso le supera. En los comicios nacionales, el PSOE le ganó en Galicia por primera vez en la historia y en las municipales los socialistas quedaron segundos, pero solo con 8.000 votos de desventaja.

En líneas generales, funcionaron los acuerdos donde la suma de las fuerzas de izquierdas pudieron quitar alcaldías al PP allí donde siendo la lista más votada no alcanzó la mayoría absoluta. Pero hubo excepciones, como en Catoira. En Catoira el Bloque se desentendió de los socialistas y el alcalde elegido fue uno del BNG con el apoyo del PP. Y en Fene el regidor es del PP tras el desencuentro entre el PSOE y el Bloque.

De los 313 concellos que hay en Galicia, las corporaciones municipales se constituyen en 311, quedando aplazadas las lucenses de Burela y Monterroso, pendientes de que se resuelvan los recursos judiciales.

El nuevo mapa municipal, a falta de esos dos municipios, da el PP, pero 19 por encima de sus mayorías absolutas alcanzadas (131). Los mayores éxitos los obtuvieron los populares en la provincia de Ourense,populares con 58 bastones de manos (7 menos que en 2015). Pero también en esta circunscripción registraron su mayor pérdida, al ceder la capital en la que regía el exconselleiro de Educación Jesús Vázquez. El PP fue la segunda fuerza pero a cambio de conservar la Diputación, entregaron el mando a Democracia Ourensana, tercer partido en resultados.

Arteixo es ahora el concello con mayor población de Galicia que queda en manos del PP, donde tiene mayoría absoluta. Es su único referente con cierto matiz urbano.

En Pontevedra suman 24 alcaldías (4 menos que en 2015), mientras que en Lugo tienen 35 (2 más) y en A Coruña, 33 (una menos).

Los populares sacaron 131 absolutas y en 48 concellos fueron la lista más votada, pero en 29 de estos últimas se les escapó la alcaldía merced a que funcionaron los pactos entre las demás formaciones, si bien in extremis conservaron Meaño, con el que no contaban, o Fene. En las elecciones, el PP obtuvo casi 504.000 votos, 25.000 menos que los contabilizados hace cuatro años.

El PSOE, por su parte, mejora notablemente los resultados de 2015 al hacerse con 111 alcaldías, 17 más que en los anteriores comicios. Pero el triunfo, con sus 496.000 votos -105.000 más que en 2015-, es sobre todo cualitativo, dado que al refuerzo electoral en Vigo con la mayoría absoluta más abultada de una ciudad en España, recuperan a las Mareas las alcaldías de Santiago, Ferrol y A Coruña, que se suman a la revalidada de Lugo.

En la provincia de Pontevedra los socialistas tienen 21 alcaldes (3 más que en 2015), en A Coruña 40 (12 más), en Lugo 27 (uno menos) y en Ourense, 23 (3 más). El PSdeG obtuvo 66 mayorías absolutas, pero con los pactos casi dobló la cifra de alcaldías.

El balance del Bloque es prácticamente el mismo que en el anterior mandato, cuando gobernó -sin contar con las mociones de censura posteriores- en 28 concellos. Ahora comienza gobernando también en 28 -en 14 con mayoría absoluta, en 9 con simple y en 5 mediante pactos-, al que se suma uno, Toques, en el que los nacionalistas regirán dos años. Además, el BNG participará en gobiernos, pero sin alcalde, en otros 14 municipios. La perla de los nacionalistas sigue siendo el Concello de Pontevedra.

Las Mareas desaparecen prácticamente del poder municipal, un mazazo que tiene su máxima expresión en la pérdida de las alcaldías de A Coruña, Santiago y Ferrol.