La campaña de prevención y lucha contra los incendios forestales contará este verano en Galicia con una nueva herramienta técnica para detectar "puntos calientes" mediante la información proporcionada por satélites, según informó el Gobierno. El nuevo método, que pondrá en marcha la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior, ayudará a prevenir los fuegos en el monte mediante la detección de puntos calientes antes de que se produzca la ignición o cuando esta todavía tiene poca extensión.

Este será uno de los nuevos métodos que se utilizarán en Galicia esta nueva campaña de lucha contra los fuegos forestales, como explicó esta mañana el director general de Protección Civil y Emergencias del Gobierno central, Alberto Herrera, antes de participar en Santiago en una reunión del Comité Integrado de Prevención de Incendios (CIPIG) en el que participan las administraciones públicas y las fuerzas y cuerpos de seguridad.

El conselleiro de Medio Rural, José González, aseguró que "lo que va a pasar" con las franjas de seguridad de 4.500 hectáreas cuya limpieza preveía asumir el Gobierno autonómico durante los meses de mayo y junio es "que se va a hacer un trabajo continuo". Así se pronunció después de que tanto la Fegamp como Seaga advirtiesen "retrasos" en estas tareas por la falta de aprobación definitiva de los planes municipales contra incendios.

Por su parte, la Xunta mantiene que esos documentos no son precisos para actuar en estas áreas priorizadas, puesto que la cartografía en estos puntos ya está lista y lo que falta para empezar a operar sobre el terreno es la adscripción voluntaria de los vecinos.

Otro avance técnico que se empleará será el acceso al sistema Copérnico, que Protección Civil pone a disposición de las comunidades autónomas. Este permite la "emisión de mapas" en los que se ve la situación concreta de los incendios y su perímetro, lo que es importante tanto en la fase de respuesta como en la fase de recuperación.

José González reivindicó, por su parte, novedades en el plan para la campaña de alto riesgo de este año como el incremento de cámaras de videovigilancia y la utilización de drones. El operativo contará con un total de 7.000 efectivos durante la campaña de este verano, pertenecientes al Gobierno central, a la Xunta y a los ayuntamientos.