La Consellería de Educación, Universidade e Formación Profesional está analizado una serie de medidas orientadas al "balanceo" y la equidad de las pruebas de selectividad entre comunidades autónomas.

Este análisis desembocará en un plan que se presentará a los nuevos responsables de Educación y de Universidades del Gobierno central para intentar llegar a un acuerdo sobre estos exámenes y atajar la supuestas diferencias de dificultad entre materias y comunidades autónomas.

La titular autonómica del ramo, Carmen Pomar, ha avanzado en declaraciones a los medios que convocará a los tres rectores de las universidades gallegas para abordar este tema y que solicitará un encuentro con el Gobierno central, posiblemente a comienzos del próximo curso.

El objetivo de la Xunta es "liderar" estas medidas para atajar la polémica, de actualidad estas semanas tras las quejas por parte de un alumnos en la Comunidad Valenciana, y evitar la "repercusión que esto pueda tener" para el alumnado gallego a la hora de entrar en determinadas titulaciones, bien sea por la nota de corte elevada, que las plazas estén ocupadas por estudiantes de otras comunidades o que se vean obligados a marcharse a otros territorios para cursar los estudios de su preferencia.

El Gobierno gallego ya había remitido una misiva al Ministerio de Universidades, Ciencia y Tecnología en la que sintetizaban el resultado de la PNL aprobada por el PP en la Cámara gallega, solicitando que se articulase un procedimiento de acceso a la universidad en el que las pruebas garantizasen el mismo nivel de exigencia y la igualdad de oportunidades para todos los alumnos, independientemente de la comunidad autónoma en la que residan.

Estas medidas podrán desembocar "en una prueba única o no", ha matizado Pomar, dado que el objetivo esencial es solventar la "disparidad" de dificultad entre los distintos territorios y que todavía no se han reunido con los rectores de las universidades gallegas para sondear su punto de vista.

La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas sí se ha pronunciado sobre el debate, defendiendo el modelo actual a través de un comunicado que hizo público la semana pasada. En cualquier caso, la conselleira de Educación se ha mostrado convencida de que los rectores gallegos "estarán de acuerdo" en garantizar que "la dificultad sea equivalente" en todo el territorio.

UN PROBLEMA DE DISPARIDAD

También quiso dejar claro de que "no se trata de un problema de aprobados o suspensos", dado que la "mayor parte de los alumnos" superan las pruebas, sino que equilibrio y de resultados "dispares" entre comunidades.

"Muchas veces no es que sean todas muy complicadas, sino determinas materias en que el nivel dificultad es muchísimo mayor", ha insistido, recordando el reciente caso de la prueba de matemáticas en la Comunidad Valenciana.

Por ello y aunque "tampoco hay que polarizar", se ha mostrado partidaria de que los profesores de bachillerato "se impliquen un poco en este debate", además de las universidades, para conocer el punto de vista de un sistema educativo "con buen alumnado que después de la selectividad no tiene los resultados que se esperaban".

"Acabemos decidiendo prueba única o no lo que está claro es que no es de recibo que estudiantes gallegos y de otras comunidades autónomas tengan menos oportunidades de tener una mayor nota, sobre todo cuando son estudiantes que se esfuerzan y se comprometen con el estudio", ha destacado.