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Medio Rural aplicará el "big data" para la detección de zonas con más riesgo de incendio

Medio Rural volcará en una base de datos la información meteorológica de las áreas de más riesgo para planificar la prevención y extinción - El proyecto arrancará en Ourense

El Centro de Coordinación de Incendios hace el seguimiento de las cámaras en el monte . // Xoán Álvarez

El "big data", o la gestión de ingentes cantidades de información, es cada vez menos futuro y más presente. El Sergas lo emplea a día de hoy para detectar el posible fraude en la prescripción de 16.000 recetas cada mes, y la Xunta prevé utilizarlo para afinar las rutas del transporte público en función de la demanda, o para saber cuánto están dispuestos a pagar los gallegos por una especie de pescado. Por eso no es de extrañar que esta tecnología desembarque en el rural y se ponga al servicio de la lucha contra los incendios, su gran antagonista. El Gobierno gallego trabaja en un proyecto piloto para que toda la información meteorológica recopilada por sus estaciones se vuelque en una base de datos, y a partir de ahí poder "determinar condiciones en las que existe un mayor riesgo potencial" para la aparición de fuegos.

Es una de las herramientas innovadoras que la Xunta recoge en su último Pladiga. Se trata técnicamente de un programa de "sensorización" y de "obtención de datos meteorológicos en puntos estratégicos del territorio" que se traducirá, al cabo, en aprovechar la actual Rede de Vixilancia dos Espazos Forestais para instalar medidores que calibren la dirección del viento, la temperatura, la humedad, la pluviometría (gracias a colectores de lluvia), o las vibraciones recogidas por los acelerómetros. Toda esa información se derivará a una "base de datos asociada que, aplicando tecnologías big data" permitirá afinar la delimitación de las actuales áreas con mayor propensión a los incendios, "así como prever comportamientos dispares del fuego ante cambios de vientos locales y de las condiciones meteorológicas de la zona", como consta en el Pladiga.

Lo que busca Medio Rural con este dispositivo es aprovechar las "sinergias altamente interesantes" que se producen con las cámaras de vídeo en tiempo real repartidas por el territorio. La intención de la Consellería es comenzar a implantar el proyecto durante esta campaña, con "cuatro o cinco" estaciones colocadas fundamentalmente en la provincia de Ourense, donde el clima es más extremo. De las 71 parroquias consideras de alta actividad incendiaria (PAAI), 48 se ubican en territorio ourensano.

"Tenemos que dar los primeros pasos despacito para ver lo que somos capaces de extraer, después si sale bien, empezaríamos a ampliar (la red)", detalla José Carlos Costas, subdirector xeral de Prevención e Defensa contra incendios. El responsable autonómico asegura que con el paso del tiempo, los datos se cruzarán con los que reciben actualmente, más los de otras entidades como Meteogalicia, y poder decidir así un eventual refuerzo de las labores de prevención y extinción.

La tecnología ha llegado para quedarse, asumen en Medio Rural. En el horizonte figuran proyectos como el uso de trajes inteligentes 5G para monitorizar las constantes vitales del personal de extinción, y en la nueva campaña se reforzarán algunas innovaciones introducidas en el pasado. El entramado de videocámaras, que contó en 2018 con 88 dispositivos, se ampliará a 118, y los drones echarán el vuelo para hacer un trabajo en el antes -control de los desbroces y detección de focos-, en el durante -ayuda con los visores termográficos a la extinción- y en el después -en el trabajo de campo de las investigaciones-.

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