La demanda de la Xunta de una selectividad única en todo el Estado se ha encontrado con el rechazo del Gobierno, que se opone a implantar una prueba "exacta" en todas las comunidades porque sería "un empobrecimiento del currículo". Eso sí, la portavoz del Gobierno y ministra de Educación en funciones, Isabel Celáa, admite que existen "dificultades diferentes" en las pruebas que organiza cada autonomía y, por esta razón, se creará un grupo técnico de trabajo para garantizar la equidad de estos exámenes de acceso a la universidad. Los rectores niegan que haya distintos niveles de exigencia pero reconocen "diferencias" y las achacan a los "condicionantes socioeconómicos". En cualquier caso, son partidarios también de "mejorar la oportunidad de igualdades, que ya existe".

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se mostró rotundo el pasado martes al reclamar un examen único y en las mismas fechas para todo el Estado. Y así lo reiteró ayer el secretario xeral del PPdeG, Miguel Tellado, que avanzó que la Xunta reclamará al Gobierno que no permita "agravios y asimetrías" en estas pruebas.

Galicia es la comunidad que más tarde celebra la selectividad: los estudiantes gallegos están convocados para el 12, 13 y 14 de junio en primera convocatoria y habrá otra oportunidad en julio, los días 10,11 y 12.

A pesar de que Galicia no tiene malos resultados en el informe PISA, los estudiantes gallegos son los segundos que sacan peor nota de España en el selectivo, hecho que la Xunta atribuye a un mayor nivel de exigencia en las pruebas y a unas correcciones más duras.

Pero Galicia no es la única comunidad que reclama un examen único. A esta demanda se han unido Castilla y León, Madrid y también Andalucía. Y a estas voces se suman las protestas de los estudiantes. En Asturias los alumnos critican el extenso temario de Historia y denuncian que están en desventaja respecto a los que hacen la selectividad en Canarias. Y en la Comunidad Valenciana hubo quejas por la dificultad de la prueba de Matemáticas.

El Gobierno ha anunciado un grupo de trabajo con comunidades autonómas y universidades para detectar y corregir las "incidencias". "He observado que había algunas incidencias que señalaban a ciertas dificultades diferentes y eso es lo que vamos a tratar", apuntó ayer Celáa. Eso sí, dejando claro que no es partidaria de un examen único. "Lo que el Gobierno va a hacer es garantizar la equidad, lo que no significa una prueba exacta para todas las comunidades, pero sí que tengan el mismo grado de dificultad", explicó la ministra.

El revuelo en torno a las pruebas de selectividad, a las que se enfrentan ahora 300.000 estudiantes en toda España, ha obligado a la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) ha salir en defensa de estos exámenes, al tiempo que muestra su disposición a mejorarlos. A diferencia de lo que dice la Xunta, los rectores niegan que las diferencias en los resultados se deban "a la mayor o menor dificultad de las evaluaciones" y recuerdan que la prueba es solo el 40 por ciento de la nota final. "No hay ningún informe académico que sostenga con datos contrastados que hay pruebas más fáciles que otras". Apuntan así a que la disparidad en las notas puede deberse a "otros condicionantes socioeconómicos". En su opinión, la EvAU "funciona bien", pero enviarán al Gobierno una propuesta para que mejore. Abogan, en todo caso, por que los cambios se hagan siempre con el más amplio consenso.