El contenido de las materias de las que se examinan los alumnos de selectividad lo fija el Ministerio de Educación y es el mismo para todas las comunidades. Pero cada comunidad diseña el examen y establece sus criterios de corrección. En la comunidad gallega es la Comisión Interuniversitaria de Galicia, de la que forman parte las tres universidades gallegas, la que coordina el proceso. Su presidente Celso Rodríguez Fernández niega que en Galicia los exámenes de acceso a la universidad sean "más difíciles" que en el resto del Estado. Aún así, respalda la demanda de la Xunta de una prueba única para el Estado. "No me disgustaría eso, aunque no hay una diferencia de notas que lo justifique", aclara.

Celso Rodríguez, que representa también la postura de la Universidade de Santiago, rechaza que existan "grandes diferencias" en el nivel de dificultad entre comunidades autónomas. Según explica, los exámenes los elabora un grupo de trabajo en el que participan profesores universitarios y de enseñanza media. "Y no creo que tengan ningún interés en ponerlos más difíciles", señala. "Lo que ocurre es que se hacen seis pruebas y algunas son más fáciles y otras más difíciles y después se sortea y puede pasar que salga la más difícil, pero sería la más difícil para todos", defiende.

Además recuerda, que la nota del examen de selectividad es solo el 40 por ciento de la puntuación final para acceder a la universidad. El otro 60 por ciento es la media de las calificaciones obtenidas en Bachillerato.

En la Universidade de Vigo, tras ser consultados por este periódico, no han respondido. Pero el rector de A Coruña, Julio Abalde, concuerda con el presidente de la CIUG en que no apreciar una mayor dificultad en el selectivo de Galicia. "No hay datos que permitan asegurar que hay pruebas más fáciles que otras", asegura.

En opinión del rector coruñés, debería hacerse "un estudio riguroso" para saber si hay diferencias en las pruebas de selectividad de las distintas comunidades desde el punto de vista de la dificultad y analizar si eso "repercute en la nota final de los estudiantes y en la igualdad de oportunidades".

Abalde recuerda, en todo caso, al igual que el presidente de la CIUG que el examen de selectividad solo determina el 40 por ciento de la nota final. Por esta razón, no ve necesario cambiar la selectividad. "Está funcionando bien, solo habría que establecer mecanismos de mejora continua", apunta.