"Mucho trabajo, mucha gente y muchos años" han convertido al "gusano" de Matemáticas en una "mariposa". Así lo explica la decana de la facultad en Santiago, Elena Vázquez Cendón, quien achaca el aumento del 123% en la nota de acceso entre 2013 y 2018 a la "alta empleabilidad". Les está "empezando a pasar que algunos estudiantes con el trabajo de fin de grado que ya consiguen trabajo y les cuesta más acabar". A eso, dice, hay que sumarle la proyección del grado y la divulgación que hace la facultad, con la complicidad de los docentes de instituto, que "son los espejos donde se miran los futuros universitarios". "Las matemáticas tienen futuro", proclama. La enseñanza es solo un 40% del empleo. Los matemáticos "se demandan mucho", explica, por su capacidad para "resolver problemas" y trabajan en banca, simulaciones médicas, criptografía, big data... Hay consultoras, explica, que al preguntarles cuánta gente precisan les responden "todos los que haya". Pero, avisa, "si se trabaja mucho después es porque también se trabaja durante la carrera".