La contienda electoral de la capital gallega levantó expectación durante toda la jornada del 26-M. El resultado, el esperado: Xosé Sánchez Bugallo, el candidato del PSdeG, retornará a la Alcaldía de Santiago de Compostela ocho años después de ceder el bastón de mando ante Gerardo Conde Roa al lograr casi el 35% de apoyos. Con diez ediles en el Pazo de Raxoi, seis más que los obtenidos en las pasadas elecciones municipales de 2015, y más de 17.500 votos, Bugallo sucederá a Martiño Noriega como regidor de la capital de Galicia.

El candidato de Compostela Aberta (CA), tras gobernar los últimos cuatro años y ser la primera fuerza de la ciudad compostelana con 10 concejales, confirmó ayer su hundimiento al obtener cinco asientos, es decir, la mitad que en las pasadas elecciones, y pasar de los 16.700 apoyos de 2015 a los más de 10.200 cosechados ayer. Y es que Noriega no solo pierde actas en el pleno municipal, sino que se convierte en la tercera fuerza más apoyada con más de un 20%, superada también por el PP de Agustín Hernández, que liderará la oposición después de lograr ocho ediles, uno menos que en 2015, y casi un 30% de papeletas, más de 14.600 votos. El popular no consigue en su segundo intento tomar el bastón de mando del Pazo de Raxoi. Tras dejar la Consellería de Infraestruturas de la Xunta y marcarse como objetivo recuperar el apoyo que Conde Roa y Ángel Currás dejaron por el camino, el PP vuelve a perder votos.

Goretti Sanmartín, cabeza de lista del BNG, no alcanzó el tercer acta y conservará los dos concejales que obtuvieron los nacionalistas en los pasados comicios, por lo que se mantiene como cuarta fuerza en Santiago. Ante este escenario, las opciones de Bugallo son varias. El candidato del PSdeG podría gobernar en minoría, ya que los diez ediles conseguidos no le dan la mayoría a, que se concede al llegar a los 13 concejales dentro de los 25 a repartir. La otra ecuación posible para el vencedor de las municipales es la composición de un bloque de izquierdas conformado por PSdeG, Compostela Aberta y BNG.

Xosé Sánchez Bugallo, que ya fue regidor de la ciudad entre los años 1998 y 2011, fue el primero en comparecer anoche ante los medios. "Tenemos que sacar a Compostela del lugar donde está depositada. Tiene que volver a ser el centro de Galicia y un referente europeo y mundial", afirmó con orgullo tras rentabilizar el fracaso del líder de CA y sumar para su partido los cinco concejales perdidos por Noriega y el edil cedido por el PP gallego. "Nuestra obligación es ofrecerle al resto de los gallegos la capital que se merecen", concluyó.