En 2007 un 40% de los gallegos de entre 25 y 44 años era fumador. Una década después, el porcentaje de quienes están enganchados al cigarrillo en este grupo de población, que además es donde está más extendido el hábito, ha experimentado una caída en picado al situarse en el 29 por ciento. Además, según los datos avanzados por la Consellería de Sanidade, también se ha retrasado la edad de contacto con el consumo del tabaco. Ahora la edad media en la los gallegos empiezan está en los 19 años, cuando hace una década madrugaban un año (a los 18).

La Xunta recuerda que el tabaco "es el factor de riesgo evitable que más mortalidad causa en Galicia". Las buenas noticias son que ha habido un descenso de fumadores diarios -de un 20% de 2007 se ha pasado a un 16 por ciento en el último informe- y que previsiblemente irán a más, porque a seis de cada diez fumadores les gustaría dejarlo (era un 40% los que querían en 2007).

A la par que caen los fumadores, también lo hace la exposición al humo de tabaco ambiental, el "carcinógeno ambiental más extendido", según el Sergas, desde un 65% hace 10 años al 30% en la actualidad. La legislación que limita el tabaco en lugares públicos ha aliviado la exposición en esas zonas y ahora el lugar en el que los gallegos están más expuestos es en su propia casa (15%). No obstante, entre los más jóvenes, los lugares de ocio siguen siendo el principal problema, con un 31% de gallegos de 16 a 24 expuestos.